La vida de miles de mujeres y niñas de Haití corre peligro porque no pueden recibir atención sanitaria sexual y reproductiva fundamental en medio de la ola de violencia que vive el país.
Unas 85.000 mujeres están embarazadas, de las cuales unas 30.000 darán a luz en medio de la crisis durante los próximos tres meses.
Mujeres y niñas de tan sólo nueve años han denunciado haber sido violadas por miembros de bandas que se disputan el control de los barrios.
Haití ya tiene el nivel más alto de mortalidad materna de América Latina y el Caribe. Ahora, con la intensificación de los combates en la capital y muchos servicios esenciales e instalaciones sanitarias aún dañadas o destruidas en el sur del país tras el terremoto del año pasado, las necesidades humanitarias se disparan. Más de 4,9 millones de personas necesitan asistencia, entre ellas 1,3 millones de mujeres en edad reproductiva.
El personal del Fondo de Población de la ONU sobre el terreno está ayudando a las supervivientes de la violencia de género a buscar asistencia jurídica, psicosocial y médica, distribuyendo suministros sanitarios y lámparas solares, y evacuando a mujeres embarazadas con complicaciones para que reciban atención obstétrica y neonatal de emergencia.