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Meteorología y Ruta de los huracanes | Fuente Externa

El Consejo Ejecutivo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha hecho suyo un proyecto para instaurar una nueva infraestructura mundial de monitoreo de los gases de efecto invernadero.

Que permitirá subsanar deficiencias fundamentales en materia de datos y contribuirá a las medidas encaminadas a reducir los gases que retienen el calor en la atmósfera y propician el aumento de las temperaturas.

En la resolución aprobada, el Consejo Ejecutivo reconoce “la creciente importancia que reviste para la sociedad el monitoreo de los gases de efecto invernadero con el fin de mejorar nuestra comprensión científica del sistema Tierra, así como la urgente necesidad de reforzar la base científica de las medidas de mitigación adoptadas por las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París”.

Así, se quiere aprovechar la experiencia de la OMM en la coordinación de iniciativas internacionales de colaboración en materia de pronóstico meteorológico y análisis del clima y en las actividades que, desde hace mucho tiempo, lleva a cabo en los ámbitos del monitoreo y el estudio de los gases de efecto invernadero y la prestación de servicios conexos bajo los auspicios de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG), establecida en 1989, y su Sistema Mundial Integrado de Información sobre los Gases de Efecto Invernadero (IG3IS).

En virtud de la resolución, la OMM coordinará todas las iniciativas de monitoreo de los gases de efecto invernadero en un marco de colaboración internacional, integrado y operativo a fin de aprovechar todos los recursos disponibles, tanto los sistemas de observación espaciales y en superficie como las capacidades pertinentes de modelización y asimilación de datos.

Muchas de las actividades nacionales e internacionales relacionadas con los gases de efecto invernadero dependen, en gran medida, de la comunidad investigadora. En la actualidad, no existe un intercambio internacional exhaustivo y oportuno de observaciones espaciales y en superficie de los gases de efecto invernadero, ni tampoco de los correspondientes productos de modelización.

El Consejo Ejecutivo, en su reunión celebrada del 27 de febrero al 3 de marzo, aprobó la resolución, en la que se establece que la iniciativa se someterá a la aprobación final del Congreso Meteorológico Mundial en su reunión de mayo de 2023.

Citas

“Sabemos por nuestras mediciones que las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero están en máximos históricos. El aumento de los niveles de CO2 observado de 2020 a 2021 fue superior a la tasa media de incremento de la última década, mientras que el CH4 experimentó la mayor subida interanual desde que se iniciaron las mediciones de ese gas”, explicó el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.

“Sin embargo, todavía persisten numerosos interrogantes, en especial en lo que respecta al papel que el océano, la biosfera terrestre y las zonas de permafrost desempeñan en el ciclo del carbono”, señaló el profesor Taalas. “Por tanto, debemos monitorear los gases de efecto invernadero dentro de un marco integrado del sistema Tierra para poder contabilizar las fuentes y los sumideros naturales, tal y como funcionan en la actualidad y a medida que evolucionen a raíz de un clima cambiante. De ese modo obtendremos datos de vital importancia que nos ayudarán de forma decisiva a aplicar el Acuerdo de París”, afirmó.

“La OMM ha dado un paso histórico al decidir que pondrá su experiencia y conocimientos en la coordinación de la predicción numérica del tiempo y el análisis del clima al servicio de la mitigación del cambio climático, uno de los mayores retos de nuestro tiempo”, dijo el doctor Lars Peter Riishojgaard, director adjunto del Departamento de Infraestructura de la OMM.

“La comunidad científica y el sector privado apoyan firmemente el concepto de una infraestructura mundial de monitoreo de los gases de efecto invernadero. Se han puesto en contacto con la OMM tanto filántropos como inversores de capital riesgo que buscan oportunidades para catalizar una importante ampliación de las capacidades de monitoreo de los gases de efecto invernadero a escala mundial. También se han dirigido a la Organización diversas entidades que participan en el comercio de créditos de carbono porque estiman que el enfoque de monitoreo descendente propuesto sería una forma de estabilizar el mercado de derechos de emisión de carbono, dado que ayudaría a proporcionar una evaluación sólida y realista del impacto de las compensaciones”, afirmó el doctor Riishojgaard.

Antecedentes técnicos

La resolución del Consejo Ejecutivo se ha basado en los resultados de un simposio internacional celebrado en enero de 2023, que congregó a más de 170 expertos de los ámbitos operativo y de la investigación, los organismos espaciales, los servicios meteorológicos, las comunidades de observación de los océanos y del clima, el mundo académico y los asociados de las Naciones Unidas.

Según el concepto propuesto, la nueva infraestructura de monitoreo evaluará los flujos de gases de efecto invernadero mediante un enfoque descendente. Este se basará en las actuales capacidades de observación —tanto en superficie como desde el espacio— y de modelización, y además dispondrá el intercambio oportuno de todas las observaciones y datos recabados.

La clase de medidas de coordinación a escala mundial que deben ponerse en práctica para instaurar esta infraestructura han sido todo un éxito en esferas como las del pronóstico meteorológico y el monitoreo del clima. Uno de los ejemplos más representativos de ese tipo de iniciativas es la Vigilancia Meteorológica Mundial (VMM) de la OMM, que cumple 60 años, y su aclamado Programa de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG).

En su configuración inicial, se prevé que la infraestructura de monitoreo de los gases de efecto invernadero conste de cuatro componentes principales:

un conjunto exhaustivo y permanente de observaciones satelitales y en superficie de las concentraciones mundiales de CO2, CH4 y N2O, de sus cantidades totales y parciales en columna, de sus perfiles verticales y de los flujos correspondientes, así como de las variables meteorológicas, oceánicas y terrestres de apoyo, que se intercambiará a escala internacional lo más rápidamente posible, en función de las capacidades y de los acuerdos suscritos con los operadores de los sistemas;

estimaciones previas de las emisiones de los gases de efecto invernadero basadas en datos de actividad y modelos basados en procesos;

un conjunto de modelos mundiales del sistema Tierra en alta resolución que representarán los ciclos de los gases de efecto invernadero;

sistemas de asimilación de datos que, al asociarse con los modelos, permitirán combinar de forma óptima las observaciones con los cálculos de los modelos para generar productos de mayor exactitud.

Gracias a la infraestructura, se generarán flujos netos mensuales reticulares de CO2, CH4 y N2O a una resolución espacial de 100 × 100 km que se comunicarán con la menor demora posible. Esos resultados podrán utilizarse en múltiples aplicaciones, desde la contribución al balance mundial hasta la evaluación de los flujos procedentes de instalaciones o entornos concretos.