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Meteorología y Ruta de los huracanes |

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) se encarga de mantener listas rotativas con nombres adecuados para cada cuenca en la que se forman ciclones tropicales. Si un ciclón causa un número particularmente elevado de víctimas mortales o provoca pérdidas especialmente cuantiosas, su nombre se retira y se sustituye por otro.  

Los ciclones tropicales pueden durar una semana o incluso períodos más prolongados. Por tanto, cabe la posibilidad de que haya varios ciclones activos de forma simultánea. Así pues, los pronosticadores meteorológicos atribuyen un nombre a cada ciclón tropical para evitar confusiones. Cada año, esa asignación se realiza por orden alfabético, alternando nombres femeninos y masculinos. Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) de los Miembros de la OMM de la Región de que se trate proponen una lista de nombres, y los respectivos órganos regionales competentes en materia de ciclones tropicales la aprueban en sus reuniones anuales o bienales. En el año 2000, las naciones de la zona occidental del Pacífico Norte empezaron a utilizar un nuevo sistema para bautizar los ciclones tropicales.

La práctica de asignar nombres a las tormentas (ciclones tropicales) empezó hace años con objeto de facilitar la rápida identificación de esos fenómenos en los mensajes de aviso, al considerarse que los nombres son mucho más fáciles de recordar que los números y términos técnicos. Muchos coinciden en que bautizar las tormentas facilita la labor de los medios de comunicación a la hora de informar sobre los ciclones tropicales, incrementa el interés que suscitan los correspondientes avisos y potencia la preparación de la comunidad ante esos fenómenos.

La experiencia pone de manifiesto que utilizar nombres de pila breves y diferenciados en las comunicaciones orales y por escrito es más rápido y conlleva menos errores que aplicar los anteriores métodos de identificación basados en la latitud y la longitud, sin duda muchos más enrevesados. Esas ventajas son especialmente importantes para el intercambio de información detallada sobre las tormentas que tiene lugar entre cientos de estaciones, bases costeras y buques muy dispersos geográficamente.

Al principio, la asignación de nombres era arbitraria. A modo de ejemplo, cabe citar el huracán Antje: esa tormenta formada en el Atlántico se bautizó de ese modo porque arrancó el mástil de una embarcación homónima. Luego, a mediados de la década de 1900, se instauró la asignación de nombres femeninos a las tormentas.

Posteriormente, a fin de conseguir un sistema de denominación más organizado y eficiente, los meteorólogos decidieron bautizar las tormentas con los nombres de una lista ordenada alfabéticamente. Así pues, una tormenta cuyo nombre empiece por A, como Anne, sería la primera del año. Antes de que la década de 1900 tocara a su fin, los pronosticadores empezaron a usar nombres masculinos para las tormentas formadas en el hemisferio sur.

Desde 1953, las tormentas tropicales del Atlántico toman su nombre de listas elaboradas por el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos de América. Actualmente, el encargado de mantener y actualizar esas listas es un comité internacional de la OMM. En las primeras listas solo tenían cabida los nombres de mujer. En 1979, empezaron a usarse nombres masculinos, en alternancia con nombres femeninos. Ahora se utilizan seis listas de manera rotativa. Por consiguiente, la lista de 2019 se utilizará de nuevo en 2025.

Una lista solo puede modificarse si una tormenta provoca una cantidad tan importante de víctimas mortales o de daños materiales que volver a utilizar esa misma denominación para bautizar una tormenta diferente podría herir la sensibilidad de la población. En tal caso, en una reunión anual del Comité de Ciclones Tropicales de la OMM correspondiente (convocada principalmente para abordar muchos otros asuntos) se eliminaría de la lista el nombre en cuestión y se elegiría otro para sustituirlo. Algunos ejemplos de nombres de tormentas de infausto recuerdo son Mangkhut (Filipinas, 2018), Irma y María (el Caribe, 2017), Haiyan (Filipinas, 2013), Sandy (Estados Unidos, 2012), Katrina (Estados Unidos, 2005), Mitch (Honduras, 1998) y Tracy (Darwin, 1974).

Nombres de los ciclones tropicales en todo el mundo

Nombres para el mar Caribe, el golfo de México y el Atlántico Norte
Nombres para el Pacífico nororiental
Nombres para el Pacífico Norte central
Nombres para el Pacífico Norte occidental y el mar de China meridional
Nombres para la zona de responsabilidad del Centro de Avisos de Ciclones Tropicales de Australia
Nombres para la zona de responsabilidad del Centro Meteorológico Regional Especializado de Nadi
Nombres para la zona de responsabilidad del Centro de Avisos de Ciclones Tropicales de Port Moresby
Nombres para la zona de responsabilidad del Centro de Avisos de Ciclones Tropicales de Yakarta
Nombres para el océano Índico septentrional - mar Arábigo y bahía de Bengala
Nombres para el océano Índico suroccidental