En el Día Internacional de la Mujer, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) hace un llamamiento para que se adopten medidas destinadas a reforzar el papel que desempeñan las mujeres en el desarrollo y la utilización de servicios meteorológicos

En los servicios  hidrológicos y climáticos. Asimismo, la OMM está redoblando los esfuerzos para alentar a más mujeres a que elijan una carrera en el ámbito de la meteorología y la hidrología y de ese modo contribuir significativamente a la seguridad y el bienestar de la sociedad.

Para celebrar la ocasión, la OMM presenta el sitio web “Igualdad de género y empoderamiento de la mujer” (http://www.wmo.int/gender), que contiene una sección especial dedicada a las mujeres en la meteorología, la hidrología y la climatología.  Se presentan reseñas biográficas de meteorólogas e hidrólogas destacadas, así como sus consejos útiles para las jóvenes que emprenden una carrera científica.

El tema de este año del Día Internacional de la Mujer – “Empoderando a las mujeres, Empoderando a la humanidad: ¡Imagínalo!” – resalta la conmemoración de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, una inspirada hoja de ruta para promover los derechos y el empoderamiento de las mujeres veinte años después de su adopción.

El año 2015 ofrece una gran oportunidad para realizar progresos destinados a asegurar que el empoderamiento de la mujer ocupe un lugar central en la agenda mundial. En marzo, en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, que se celebrará en Japón, se adoptará un marco para la reducción del riesgo de desastres después de 2015. En septiembre, las Naciones Unidas determinarán los objetivos de desarrollo sostenible para después de 2015. En noviembre, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) adoptará un nuevo acuerdo sobre el cambio climático en París. En mayo, el Congreso Meteorológico Mundial reforzará la contribución de la OMM a esta importante agenda mundial.

“A medida que construimos sociedades capaces de adaptarse al tiempo y al clima, tenemos la necesidad imperiosa de contar con el decisivo liderazgo y la participación de las mujeres.  Necesitamos investigadoras científicas, agentes clave en la reducción de riesgos de desastre, la adaptación al clima y la atenuación de sus efectos y agentes del cambio,” afirmó Elena Manaenkova, Subsecretaria General de la Organización Meteorológica Mundial.

“Debemos invertir en el empoderamiento de las mujeres,” declaró.  “Para ello, debemos comenzar por aumentar la participación de las mujeres en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática, y por formular estrategias de igualdad de género en las instituciones educativas y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales,” afirmó la señora Manaenkova.

Programa interinstitucional de las Naciones Unidas de liderazgo de la mujer

En el marco de una nueva iniciativa este año, la OMM desempeña un papel pionero en el Programa interinstitucional de las Naciones Unidas de liderazgo de la mujer destinado a fortalecer la función de liderazgo de la mujer en la diplomacia, en particular en el ámbito de la meteorología y la climatología.

Creado por el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), el programa cuenta con el apoyo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) y la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El programa se ha concebido con vistas a desarrollar y fomentar las aptitudes de liderazgo de la mujer en los gobiernos, especialmente de las que trabajan en contextos multilaterales, como el sistema de las Naciones Unidas.

Tras el éxito de la Conferencia sobre la dimensión de género de los servicios meteorológicos y climáticos de la OMM, celebrada en noviembre de 2014, se inaugurará el Programa de liderazgo de la mujer en un taller especial de formación del Congreso Meteorológico Mundial en mayo de 2015. El Congreso dedicará un día a seguir promoviendo la igualdad de género.

La Conferencia sobre la dimensión de género de los servicios meteorológicos y climáticos fue un foro internacional histórico sobre cómo lograr que los servicios meteorológicos y climáticos tuviesen más en cuenta las diferencias de género, de modo que mujeres y hombres pudiesen tomar decisiones igualmente fundadas con respecto a la seguridad alimentaria, la reducción de riesgos de desastre, la gestión de los recursos hídricos y la salud pública.

Los efectos del tiempo y el clima no siempre son neutrales desde el punto de vista del género.  A menudo, los impactos del tiempo y el clima afectan a mujeres y hombres de diversas maneras y, en consecuencia, necesitan información y servicios que tengan en cuenta las diferencias de género.

A continuación, se ofrecen algunos ejemplos de las cuestiones y medidas destacadas en la Conferencia, que ilustran las distintas maneras en que se ven afectadas las mujeres en estos sectores sensibles al tiempo y al clima.

• Reducción de riesgos de desastre. En muchas partes del mundo, las mujeres y los niños sufren en forma desproporcionada los efectos provocados por los desastres naturales, sobre todo si tienen menos movilidad y menos acceso a los medios de comunicación que los hombres.  Una mejor comprensión de cómo las mujeres y los hombres consultan y utilizan los avisos de peligro permitiría realizar mejores predicciones que tengan en cuenta los impactos y, de ese modo, reducir el número de víctimas mortales. A menudo, las mujeres son las más fervientes defensoras de la resiliencia y la fuerza motora de las actividades de recuperación. Debería prestarse más atención a las competencias de las mujeres en el ámbito de la gestión de  riesgos de desastre y la atenuación de sus efectos.
• Salud. A menudo, las mujeres son más vulnerables que los hombres a las repercusiones de los fenómenos meteorológicos extremos para la salud, a saber, la subnutrición, la contaminación del aire y las enfermedades relacionadas con el clima, como el paludismo.  Se necesitan más datos desagregados por género sobre las repercusiones para la salud de la variabilidad del clima y el cambio climático.  La Conferencia alentó a los Servicios Meteorológicos a que colaboraran más con el sector de la salud, en particular con mujeres profesionales en ese sector.  Asimismo, pidió que se cobrara mayor concienciación en cuanto a que la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono permitiría mejorar la salud pública, sobre todo para mujeres y niños.
• Agua. Hay tremendos desequilibrios y desigualdades de género en materia de recursos hídricos y cambio climático desde el punto de vista de la repartición de la carga y los beneficios; de voz y derechos, y de información y conocimientos. En muchos países falta capacidad humana para realizar una gestión responsable de los recursos hídricos. Empoderar, educar y formar a las mujeres, empleando sus conocimientos locales, permitiría colmar la falta de competencias, fomentar el suministro y políticas de recursos hídricos más eficaces así como la gestión integrada de recursos hídricos y, de ese modo, aumentar la resiliencia.
• Agricultura y seguridad alimentaria. En muchos países en desarrollo, las mujeres son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos, aunque rara vez tienen igual condición de acceso a los recursos y a la información. En una encuesta del Programa Mundial de Alimentos realizada a 95 países se determinó que solamente el 5% de los servicios de extensión agrícola se dirigían a mujeres.  Hay 300 millones menos de mujeres con teléfonos móviles que hombres, lo que significa que las predicciones y los avisos meteorológicos que se transmiten por conducto de la telefonía móvil a menudo no llegan a quienes más lo necesitan. Debería hacerse más para llegar a las redes de agricultoras.
• Carreras en el ámbito de la meteorología, la hidrología y la climatología. Las mujeres representan solamente el 30% de meteorólogos e hidrólogos. Deberían emprenderse iniciativas para aumentar la notoriedad, el atractivo y la sostenibilidad de las carreras en el ámbito de la meteorología, la climatología y la hidrología para las mujeres. Asimismo, debería crearse más concienciación sobre las cuestiones de género en la carrera docente a fin de alentar a más niñas a estudiar ciencias.  Los esfuerzos nacionales e internacionales deberían integrarse para promover y apoyar la participación de la mujer en la ciencia en todos los niveles de su carrera.