El Congreso Meteorológico Mundial ha aprobado las nuevas prioridades estratégicas máximas que lo guiarán durante los próximos cuatro años en un momento de rápidos cambios climáticos, sociales y tecnológicos. El Congreso también ha nombrado a su primera Secretaria General, la profesora Celeste Saulo.
El principal objetivo global de la OMM será la consecución de la innovadora campaña internacional encaminada a garantizar que todos los habitantes de la Tierra estén protegidos contra las condiciones meteorológicas peligrosas mediante sistemas de alerta temprana que salvan vidas de aquí a finales de 2027.
El Congreso aprobó una nueva Vigilancia Mundial de los Gases de Efecto Invernadero para fortalecer el monitoreo de los gases que retienen el calor, con miras a orientar la aplicación del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Se respaldó una serie de propuestas para reforzar las observaciones y el intercambio de datos y aumentar el apoyo a la adaptación al clima y la resiliencia. La criosfera y la hidrología cobrarán mayor protagonismo en el futuro, habida cuenta de las crecientes repercusiones de la disminución del hielo marino, el deshielo de los glaciares, los mantos de hielo, el permafrost y la nieve en el aumento del nivel del mar, los peligros relacionados con el agua y la seguridad hídrica, las economías y los ecosistemas.
El Congreso actualizó la política de la OMM sobre ciencia e innovación para adaptarla a las nuevas prioridades de investigación y aprovechar el poderío tecnológico de la supercomputación y la inteligencia artificial.
Por otra parte, se subrayó la urgencia de subsanar el creciente déficit de capacidad, que amenaza las observaciones y los servicios. Asimismo, se respaldó de forma contundente un Plan de Acción sobre el Género reforzado.
“El cambio climático ya afecta de múltiples maneras a todas las regiones de la Tierra. Las consecuencias de los fenómenos meteorológicos, hidrológicos y climáticos extremos de alto impacto son devastadoras para la seguridad de las personas, las economías nacionales, los entornos urbanos y rurales, y la seguridad alimentaria e hídrica. Los peligros hidrometeorológicos extremos representan más del 90 % de los desastres a escala mundial, que se han quintuplicado en los últimos 50 años”, afirmó el profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.
El profesor Taalas termina sus dos mandatos de cuatro años a finales de 2023. Le sucederá la profesora Saulo, Directora del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina y Primera Vicepresidenta saliente de la OMM. Tomará posesión de su cargo como primera mujer elegida Secretaria General de la OMM el 1 de enero de 2024.
“Los desafíos que tenemos ante nosotros son inmensos”, indicó. “El cambio climático ya no es una amenaza lejana. Constituye un desafío inmediato que exige medidas urgentes. Solo con nuestros esfuerzos colectivos, podremos forjar un futuro seguro y sostenible para todos”, afirmó.
El próximo Presidente de la OMM será el Dr. Abdullah Al Mandous, Director General del Centro Nacional de Meteorología, Representante Permanente de los Emiratos Árabes Unidos y Presidente de la Asociación Regional de la OMM para Asia. Recibió la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales. Sucederá al profesor Gerhard Adrian, de Alemania.
Daouda Konate (Côte d’Ivoire) fue elegido Primer Vicepresidente, Eoin Moran (Irlanda) Segundo Vicepresidente y el Dr. Mrutyunjay Mohapatra (India) Tercer Vicepresidente. También se eligió un nuevo Consejo Ejecutivo.
El Plan Estratégico para 2024-2027 reafirma la visión de la OMM:
“De aquí a 2030, vemos un mundo donde todas las naciones, y en especial las más vulnerables, serán más resilientes a las consecuencias socioeconómicas de los fenómenos extremos relacionados con el tiempo, el clima o el agua y con otros fenómenos medioambientales; y consolidarán su desarrollo sostenible mediante los mejores servicios posibles, ya sea en la tierra, el mar o el aire”.
Las prioridades fundamentales del Plan son las siguientes:
1) mejora de la preparación y reducción de las pérdidas de vidas, infraestructuras esenciales y medios de subsistencia a causa de fenómenos hidrometeorológicos extremos;
2) apoyo a los procesos de adopción de decisiones fundamentadas en información climática a fin de crear o potenciar la capacidad de adaptación o la resiliencia a los riesgos climáticos;
3) promoción del valor socioeconómico de los servicios meteorológicos, climáticos, hidrológicos y medioambientales conexos.
“La OMM seguirá centrando su labor en el respaldo a las actividades de sus Miembros encaminadas a comprender el pasado de la atmósfera, la hidrosfera y otros elementos esenciales de nuestro planeta, monitorear su presente y predecir su estado e interacciones entre ellos en el futuro y, de ese modo, propiciar una capacidad de preparación, adaptación y respuesta frente a los peligros y desastres naturales conexos adecuada y eficaz”, versa en el Plan.
Para ello, resultará indispensable el perfeccionamiento de las redes y los sistemas de recopilación y proceso de datos coordinados e interoperativos, la mejora de la capacidad de predicción mediante el uso de la ciencia avanzada y las tecnologías informáticas y, por último, la aplicación de planteamientos sumamente innovadores respecto a la prestación de servicios que garanticen el acceso oportuno de los usuarios a información exacta y apta para la finalidad prevista con miras a que puedan adoptar decisiones basadas en datos meteorológicos, hidrológicos y climáticos.
En el contexto del Plan Estratégico para 2024-2027, el Congreso aprobó un presupuesto ordinario de algo más de 278 millones de francos suizos para el período financiero 2024-2027, lo que supone un aumento del 2,4 % en comparación con 2020-2023. En el futuro se insistirá cada vez más en conseguir financiación extrapresupuestaria para seguir apoyando la aplicación del Plan Estratégico para 2024-2027.
Las principales metas a largo plazo incluyen las siguientes:
Meta 1: Mejora de la atención de las necesidades de la sociedad: suministro de información y servicios autorizados, accesibles, orientados a los usuarios y aptos para cada fin específico.
Meta 2: Mejora de las observaciones y las predicciones del sistema Tierra: refuerzo de las bases técnicas para el futuro.
Meta 3: Promoción de las investigaciones específicas: potenciación del liderazgo científico a fin de profundizar en la comprensión del sistema Tierra en pro de la mejora de los servicios.
Meta 4: Eliminación de las deficiencias de capacidad en los servicios meteorológicos, climáticos, hidrológicos y medioambientales conexos. La creciente brecha en materia de capacidad amenaza la infraestructura y los servicios mundiales.
Meta 5: Reorientación estratégica de la estructura y los programas de la OMM en aras de unos procesos eficaces de formulación de políticas y adopción de decisiones y su correspondiente aplicación.