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Economía | Fuente Externa

La Coordinadora Nacional de Seguridad Alimentaria (CNSA) de Haití ha advertido que alrededor de 3,6 millones de haitianos están afectados por la crisis alimentaria que vive el país y 1,5 millones están en una situación grave por esta causa.

 En declaraciones hoy a Efe, el coordinador regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Haití, Charpantier Cedric, que colabora estrechamente con la CNSA, dijo que la devaluación de la moneda haitiana, el fenómeno de El Niño y la sequía, además de la falta de estabilidad socio-política en el país, han contribuido a esta "grave situación".

Es por ello que el Programa Mundial de Alimentos y el Ministerio haitiano de Agricultura pondrán en marcha a partir de marzo una iniciativa para enfrentar la cada vez más creciente inseguridad alimentaria en el país.

Un plan que en una primera fase llegaría a 200.000 personas.

"Debido fundamentalmente a la sequía, en muchas zonas de Haití se perdió hasta el 70 por ciento de la cosecha en un país donde la mitad de la población se dedica a ella", dijo Cedric para ilustrar la gravedad del problema.

En este sentido explicó que el centro del país y el sureste están bajo alerta roja por malnutrición mientras que también están afectados la mayoría de los departamentos del noreste y todas las zonas fronterizas, a excepción de Ouanaminthe.

Insistió en que en el caso de que 2016 continúe sin lluvias suficientes, supondría para los agricultores la pérdida de casi toda su cosecha por cuarto año consecutivo e instó a ayudar a las familias.

En este sentido, hizo un llamamiento de urgencia para atender las necesidades de las familias haitianas y poder reunir 84 millones de dólares "para responder a la crisis, especialmente en las zonas más afectadas".

Haití se encuentra desde hace mucho inmersa en una crisis política, que sin duda no ayuda a poder ofrecer una respuesta coordinada a la grave crisis alimentaria que vive el país.

A ello se une que el gourde, la moneda nacional, se devalúa día a día.

En los últimos cinco años, el gourde ha pasado de 43 a 60,10 unidades por un dólar.

Haití importa muchos alimentos y la ya de por sí mermada producción nacional, solo cubre alrededor de un 25 por ciento de las demandas.

En 2008, un problema como el actual hizo que decenas de miles de haitianos salieran a las calles para que el mundo supiera que pasaban hambre y protestaron por el elevado precio de los alimentos básicos.

Una situación que terminó en la destitución del ex primer ministro Jacques Edouard Alexis, durante el segundo mandato del antiguo presidente René Preval.

Camille Charlmers, economista y profesor de la Universidad Nacional de Haití, indicó a Efe que la situación socio-económica de Haití es "muy preocupante".

"Estamos en plena crisis, no solamente económica sino también política. No veo que las cosas vayan a mejorar pronto. La política neoliberal es la principal responsable de la crisis, la destrucción de la agricultura y la economía local", opinó.

A su vez, aseguró que para salir de la crisis "tenemos que tomar medidas serias con nuevas políticas y políticos. Desde 1986 todos los Gobiernos priorizan políticas de mercados que no favorecen la producción local. Necesitamos medidas serías y urgentes para salir de la crisis".

El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer que a través de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), entregará 11,6 millones de dólares para ayudar a combatir la crisis alimentaria.

El embajador de Estados Unidos en Haití, Peter F. Mulrean, explicó que en momentos como los actuales de crisis alimentaria "estamos de lado del pueblo haitiano, Haití es un país amigo y vamos a ayudar a mejorar las cosas especialmente en las zonas más afectadas".

Por su parte, el presidente interino, Jocelerme Privert, se reunió de urgencia con el gobernador del banco central de la República (BRH), Jean Barden Dubois; el ministro de Economía y Finanzas, Wilson Laleau, y el Ministerio del Interior, para tomar medidas que ayuden a las zonas afectadas por sequía.

En un consejo de ministros extraordinario celebrado ayer, el nuevo presidente ordenó a los ministros y el BRH trabajar en un plan de asistencia para responder a la crisis alimentaria y también ayudar a los recientes víctimas de inundaciones en el norte del país.

 

Etant Dupain/EFE