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PUERTO ESPAÑA, Trinidad y Tobago.-  La Embajada de la República Dominicana  en Trinidad y Tobago celebró hoy un oficio religioso por la muerte del padre del presidente Danilo Medina Sánchez, Juan Pablo Medina, donde se destacó su humildad, su amor al trabajo y al campo.

La ceremonia religiosa que se realizó en la sede de la Embajada, fue oficiada por el sacerdote Jesús Latan quien hizo énfasis en la calidad de vida, como forma de garantizar una existencia humana digna.

El embajador José Serulle Ramia, acompañado del personal de la legación diplomática, estuvieron presente en el oficio religioso, donde se expresaron palabras de aliento y consuelo a la familia del presidente Medina Sánchez y  por la partida  de Don Juan Pablo Medina. El padre del mandatario dominicano falleció el pasado 3 de noviembre del presente año.

“Cierto, la muerte forma parte de la vida. Es una etapa indispensable para cerrar el ciclo de la existencia de un individuo en la tierra”, expresó Serulle Ramia.

Indicó que  llegar a la muerte luego de ciento un años es una proeza, sólo alcanzada por seres que han sabido convertirse, como diría nuestro querido Presidente Danilo Medina Sánchez, en guerreros de la vida, en gladiadores que han logrado con éxito retrasar su ineluctable llegada.

“No sabemos lo que pensaba sobre la muerte Don Juan Pablo Medina, nacido cuando las flores se vuelven aroma de valles, en el 1918, el padre de nuestro Presidente, que acaba de morir hace unos días, el 3 de noviembre. Si estamos seguros de que apreciaba la vida, y la vivía con intensidad, decoro y empeño, buscando siempre que su familia de ocho hijos e hijas, construida con humildad y esmero junto a su compañera de toda la vida, Doña. Amelia Sánchez, se forjara en el trabajo, la honestidad y la esperanza cierta”, sostuvo el diplomático criollo en Trinidad y Tobago.

Manifestó que el progenitor del mandatario dominicano  fue un extraordinario ser humano que  mostró a sus hijos la vida del campo dominicano y las necesidades que abatían a los campesinos, a las personas pobres y olvidadas de la patria.  “Juan Pablo Medina  fue un educador innato de toda su familia. Con su ejemplo, y su larga y productiva existencia, no sólo enseñó a los suyos las peripecias de la sobrevivencia humana, sino también el camino que debe trillarse para rebasar los obstáculos que a diario se presentan y que deben ser enfrentados con valentía y prudencia por el individuo, la comunidad o la patria entera.

Finalmente dijo que en nombre de la comunidad de dominicanos que viven y trabajan en Trinidad y Tobago, del personal que labora en esta Embajada y de los muchos de esta tierra de Trinidad y Tobago, incluyendo funcionarios y diplomáticos que se han acercado a nosotros para expresar sus sentimientos de solidaridad, nuestras condolencias del alma para el Excelentísimo Presidente de la República,  Danilo Medina Sánchez, y todos los suyos, por la pérdida irreparable del padre, de ese hombre que en su larga vida sólo cultivó la lozanía del vivir sereno, en paz consigo mismo y en armonía con los demás.