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Este lunes en Puerto Príncipe y en ciudades del interior del país se han producido nuevas manifestaciones para que se convoquen las elecciones para evitar un prolongado vacío de poder a partir del 7 de febrero, fecha que está prevista que el presidente Michel Martelly abandone el  poder.

 Sin embargo, no solo, se produjeron manifestaciones en pro y en contra del gobierno. Un nuevo actor apareció en el escenario político. El líder de grupos de exmilitares han amenazado con entrar en el escenario con las armas. Han expresado que no aceptan un gobierno provisional y han llamado a todos sus miembros en todo el país a estar atentos al llamado que le hará su jefe Guy    Philippe.

  Philippe, el mismo que con la ayuda internacional y con campamento en la República Dominicana, hizo saltar de la presidencia al presidente Jean Bertrand Aristide en el año 2004, cuando su ejército insurrecto compuesto por ex mimebros de la desaparecida Fuerzas Armadas Haitiana, exconvictos y delincuentes armados casi llevaron Haití a una guerra civil.

El flamante Guy  Philippe, muy cercano al poder o a grupos dentro del poder, ha expresado que no aceptará un gobierno de transición como proponen los partidos agrupados en el G-8. Y como constitucionalmente podría ser la solución a la vista, si Martelly abandona el poder como dice la Constitución que debe hacerlo.

Este nuevo ingrediente que los antiguos miembros de la disuelta Fuerza Armada de Haití se unieran  a partidarios del candidato oficialista Jovenel Moise bloqueando parte del centro del país en demanda de un nuevo calendario electoral, es un hecho grave, que puede echar más fuego a la crisis haitiana.

Según las informaciones dadas a conocer por la prensa internacional los partidarios del oficialismo y de la oposición de Haití midieron ayer lunes  fuerzas en las calles con manifestaciones en distintos puntos en medio de la crisis electoral que vive el país, que no ha podido elegir al sucesor del presidente Michel Martelly, que debe dejar el poder el 7 de febrero próximo.

Miles de opositores tomaron las calles de Puerto Príncipe, mientras que partidarios del oficialismo, aunque en cantidad menor, se manifestaron en Mirabais, en el centro del país, y en el norte.

Pero quizás lo más importante no sea que ambos grupos midan fuerzas, porque eso forma parte de la democracia. Lo importante de lo que ha pasado es que grupos de exmilitares armados entren en la escena política.

Hay que evitar que los grupos de la oposición y los partidarios del gobierno ahora apoyados por los milicianos de  Guy  Philippe, apoyando al candidato del gobierno se enfrenten.

Todo el mundo sabe que las armas circulan en Haití  como el viento.

También todos y todas sabemos que el grupo de Guy  Philippe y las ex fuerzas armadas haitianas se desmovilizaron y entregaron sus armas.

Como dicen en Haití el horno no está para calleticas.