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El 16 de septiembre de 2015, un terremoto de una magnitud de 8,3 en la escala de Richter ocurrió en la zona costera central de Chile a las 22:54 GMT, provocando la activación del Sistema de Alerta contra los Tsunamis y Atenuación de sus Efectos en el Pacífico.

 Los mensajes de alerta temprana permitieron la evacuación de cerca de un millón de personas en áreas de alto riesgo de tsunami en la costa chilena y la Isla de Pascua, según informó la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior de Chile (ONEMI).

El tsunami que siguió al terremoto causó olas de hasta 4,75 metros que llegaron a las 00:25 GMT en la región de Coquimbo. Las autoridades nacionales confirmaron la muerte de hasta 8 personas, principalmente debido al derrumbe de edificios durante el seísmo, y se produjeron inundaciones en varias ciudades costeras. Los primeros informes  indican que los planes de preparación para desastres y de reducción de riesgos han dado sus frutos ya que se logró evitar un mayor número de víctimas y daños.

Las catástrofes naturales están en su mayor parte fuera de nuestro control, sin embargo, los desastres que conllevan se pueden prevenir a través de evaluaciones, de la planificación (mecanismos de prevención, alerta y respuesta rápida) y de la educación. En el caso de Chile, la población local estaba bien preparada: la cooperación regional es efectiva y los mecanismos de alerta y respuesta son eficientes.  Para lograrlo se ha hecho un esfuerzo constante para desarrollar, probar y mejorar los sistemas de alerta y para concienciar a la población.

Chile está implicado activamente en la Plataforma Internacional para la Reducción de los Desastres Sísmicos (PIRDS), una plataforma colaborativa de investigación, formación y educación en el área de la sismología y la ingeniería sísmica para reducir los desastres provocados por los terremotos, especialmente en lo que respecta a los hogares y la construcción. Las normas de construcción antiseísmos chilenas son una clara muestra de que se pueden reducir los riesgos incluso en zonas altamente sísmicas.

Centro nacional chileno de Alerta de Tsunamis se encuentra bajo la responsabilidad  del Servicio Hidrográfico Oceanográfico de la Armada de Chile y forma parte del Sistema de Alerta contra los Tsunamis y Atenuación de sus Efectos en el Pacífico, creado en 1965 por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO para facilitar una rápida comunicación de las alertas a lo largo de la región y para apoyar la capacidad de los países para responder a los tsunamis y mitigar riesgos. La UNESCO ha llevado a cabo un trabajo significativo en la educación para la preparación ante los tsunamis en el mundo a través de sus oficinas en Santiago, Lima y Quito junto con su Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI-UNESCO), centrándose en los países sudamericanos con costa en el océano Pacífico.

La alerta de tsunami ha sido desactivada en Chile, pero los centros nacionales de alerta contra tsunamis avisan de que en algunos puntos el nivel del mar puede cambiar y que podría haber fuertes corrientes.  Esto podría representar un peligro para navegantes y nadadores así como para las personas que se encuentren cerca de las orillas en áreas de la región del suroeste del Pacífico y Hawái.