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Medio Ambiente y Cambio Climático |

El Proyecto de Apoyo a la Implementación del Plan de Desarrollo Económico Compatible con el Cambio Climático (Plan DECCC) en los sectores cemento y residuos persigue convertir a República Dominicana en modelo regional de desarrollo sostenible.

 

Se lograría  a través de la ejecución de una estrategia baja en emisiones que generará beneficios socio-económicos y ambientales.

 Así lo resaltó Omar Ramírez Tejada, vicepresidente ejecutivo del Consejo, durante su presentación en el “VI Foro de Cambio Climático y Co-Procesamiento y II Misión Multipaís Público Privada”, que se realiza en esta ciudad chilena, evento que es un referente internacional basado en experiencias exitosas de países de América Latina y Europa para potenciar el co-procesamiento.

 El funcionario dominicano precisó que el Plan DECCC está alineado a la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 pues promueve el aprovechamiento de residuos en procesos industriales de alta intensidad energética. Está siendo implementado por el CNCCMDL y la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ).

Agregó que “el principal propósito del plan es la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), al mismo tiempo que estimula el desarrollo económico y social del país, mediante el ahorro del costo de energía en la industria, la generación de nuevas fuentes de empleo y la contribución con la reducción de los depósitos de residuos en los vertederos”.

 Indicó que una de esas acciones para lograr ese objetivo es el apoyo para la implementación de la técnica de coprocesamiento como herramienta para la reducción de las emisiones de GEI. Esta técnica consiste en un proceso que usa residuos como combustible alternativo en hornos de altísimas temperaturas que permite descomponer las moléculas contaminantes y aprovechar el potencial calorífico para la producción de energía.

 Definió la importancia de establecer una alianza público-privada para lograr la implementación eficaz del plan DECCC, que generará beneficios medioambientales, económicos y sociales.

 Informó que una de las metas del Plan DECCC es sustituir por residuos entre un 20% y un 40% del combustible que se utiliza en la producción de cemento al 2018, lo que representaría unas 450,000 toneladas de residuos por año y una reducción de 800,000 toneladas de CO2 en la matriz de emisiones del país.

 En tanto, Judith Wolf, asesora técnica de la GIZ del proyecto, cuya sigla en alemán es ZACK, indicó que las acciones del proyecto están dirigidas a plantear acciones que permitan avanzar en sus objetivos.

 Dijo que con la iniciativa procuran el establecimiento de cadenas de suministro de combustibles alternos producidos a partir de residuos, la capacitación de actores en la gestión de Acciones Nacionales de Mitigación Apropiada (NAMA) y en Sistemas de Medición, Reporte y Verificación, así como proponer un marco jurídico y de procedimientos administrativos para el coprocesamiento de residuos en hornos cementeros en el país.

 Con el proyecto, que inició sus operaciones en enero de 2014 con financiamiento del Ministerio de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear de Alemania, dentro de la Iniciativa Internacional del Clima, se procura que las empresas cementeras, para generar energía sustituyan en sus hornos combustibles derivados del petróleo por residuos con suficiente valor calorífico, proceso que se llama coprocesamiento. 

En la presentación estuvieron presentes el senador Félix Nova y el diputado Francisco Matos, presidentes de las Comisiones de Medio Ambiente del Senado y de la Cámara de Diputados; los alcaldes Tony Echavarría, de San Pedro de Macorís, y Alexis Pérez, de la Vega; Víctor Félix, de la Liga Municipal Dominicana, y representantes de los ministerios de Medio Ambiente y Energía y Minas; de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland, de la Federación Dominicana de Municipios, y de la Red de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental, entre otros.

 En el Sexto Foro sobre Co-procesamiento están representados ocho países Latinoamericanos, que son Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, Perú y la República Dominicana. Es organizado por la Federación Interamericana del Cemento (FICEM).