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Entre tú y yo… | P. Regino Martínez Bretón, sj

Cuál es la propuesta de Dios que me motiva para vivir?; yo, no voy a dudar de ella, porque yo no me he dado la vida a mí mismo; ni otro igual que yo me la ha dado.

Nadie se ha dado la vida a sí mismo; entonces hay alguien deferente a mí y a nosotros, que me la  ha dado, que me hace partícipe de la vida; a ese  Ser que me hace partícipe de  la vida yo le llamo Dios. Otra gente le llamará con otro nombre, pero nadie en la humanidad puede identificarse como dueño y propietario de la vida porque no se la ha dado  a sí mismo. Está claro eso?.Somos racionales, únicos, iguales y diferentes, irrepetibles y libres.

Entonces, en  ese sentido, ése Ser que me da la vida también me ofrece la posibilidad de que yo, libremente la realice. La realice apegado a un valor, que si yo descubro en mí me ayuda a vivir plenamente la vida. Vivir la vida a plenitud. Yo le llamo el sentido de la vida. Nosotros hablamos del sentido del tacto, cuando nos tocamos. Hablamos del sentido del gusto. Hablamos del sentido del olfato y de la vista. El sentido del oído. Tenemos cinco sentidos. También debemos contar con el sentido de la vida…

            El  sentido de la vida es tan real y tan objetivo como el olfato, como el gusto, como el oído, como la vista o como el tacto. El sentido de la vida: qué es lo que hace que yo viva? Qué es lo que me estimula a vivir? Qué es lo que me impulsa a relacionarme con los demás? Ese valor le da sentido a mi vida. Es el sexto sentido, podríamos decir.

El valor que le da a la persona una forma de ver la realidad. Le da un estilo de vida. Por ejemplo si la gente les gusta la parranda; ése es un parrandero, si le gusta la bebida ése es un bebedor. Por qué?, pues, porque cree que el romo le va a dar el sentido a la vida y se acostumbra a la bebida. Así, cava su propia tumba porque un desvalor no hace crecer…  O el dinero, ese es un apegao, ese es un tacaño. Porque le da mucha importancia al dinero y trabaja y trabaja y no gasta, y no se relaciona. Y, acumula y acumula, el dinero es que le da la vida, según él…

O también, otros piensan y viven teniendo presente que el servicio o la fidelidad a la persona esposa o amigo, y más que nada el respeto al otro, la disponibilidad para  servir a la otra persona es lo importante en su vida…

Puede ser el trabajo compartido. O, también puede estimularme la organización de mi comunidad.  Ustedes ven. Hay diferentes valores y esos valores  van dentro de mí.

Hay muchas personas que no conocen su valor originario porque no se han preocupado por descubrirlo; no han tenido la oportunidad porque no han querido ponerse a pensar cuál es el valor que le da sentido a su vida. Ustedes van a ver que en la medida que yo sea fiel, que  yo defienda ese valor yo mantendré una conducta intachable.  En la medida que yo me olvide de ese valor el servicio, el respeto, la alegría sana, la honradez, lo que sea..., el ser solidario. En la medida que yo deje de ser solidario, ya  me siento mal; en la medida que yo deje de ser alegre, sanamente, ya me siento mal.

Y, en la medida que yo vuelva otra vez a recuperar ese valor de servir a los demás, ese valor de generar alegría a los demás, ese valor de hacer feliz a los empobrecidos, el valor  que sea;  me llevará a sentirme  bien, en paz, con ganas de seguir trabajando aunque esté cansado. Eso es lo que yo llamo el valor originario, que  cada persona tiene que descubrir.