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Dejando las cosas claras: combatir la contaminación informativa para fortalecer la respuesta a la COVID-19 en América Latina y el Caribe
En este tiempo del coronavirus que está produciendo miedo y trayendo muerte a muchas personas en todo el mundo, la celebración del Viernes Santo adquiere un significado especial.
Los movimientos populares hacen historia. No siguen una trayectoria definida. No son predecibles. La apuesta de Bernie Sanders por la candidatura presidencial demócrata es un buen ejemplo.
Ayer me lavaba las manos con el agua cristalina del río de mi campo.
Ayer escuchaba el trino de las aves entrelazado al follaje de los árboles.
La pandemia del coronavirus nos revela que el modo como habitamos la Casa Común es pernicioso para su naturaleza. La lección que nos transmite reza así: es imperativo reformatear nuestro estilo de vida en ella, como un planeta vivo que es.
Quedarnos en casa. Refugiarnos en donde estemos. Mantener distancia social. Ahora sabemos cómo detener la pandemia de Covid-19.
En la Santa Biblia hay muchos casos de actos de benevolencia, servicios y apoyos a muchos en momentos de dificultades; pero ahora en la Semana Santa 2020, dada la situación de la pandemia de coronavirus que azota al mundo, es de lugar tener en mente a tres mujeres que asistieron y apoyaron a Jesús Nazareno en su situación de sufrimiento y muerte y que nos sirven de ejemplo.
Son pocas las personas sabedoras de que nací en el Cupey, Puerto Plata. Sobre todo porque salí siendo un niño de apenas 8 años de edad. Recuerdo, a la sazón, que me abracé con todas las fuerzas de mi alma y con todas las fuerzas de mi espíritu a la ciudad Corazón.
CIUDAD DE NUEVA YORK – Un inquietante silencio impregna la ciudad, solo interrumpido por el gemido de las sirenas de las ambulancias. Las calles y aceras, que normalmente estarían abarrotadas de neoyorquinos yendo a restaurantes y teatros, ahora están vacías.
Diez consejos para enfrentar el encierro. Frei Betto. Estuve en prisión bajo la dictadura militar. Durante mis cuatro años en prisión, me encerraron en celdas solitarias en el DOPS de Porto Alegre y en la capital paulista, y también en el estado de São Paulo, en el cuartel general de la PM, en el Batallón ROTA, en la Penitenciaría del Estado en Carandiru y en la Penitenciaría Presidente Venceslau.
A los cuatro días de la cuarentena, Misael Antonio se percató de las filtraciones que roían la pintura de las paredes del baño. Nunca había reparado en las manchas color sepia a las alturas del techo, ni en el abombamiento aquí y allá de la superficie, ni en las rupturas del pigmento que parecían cáscaras de naranjas secas. Pues su vida era un trajinar incesante, un ir y venir en busca del pan y sus sueños.
Todas las guerras acaban. Incluso cuando son contra un enemigo invisible que amenaza a los humanos como especie. La cuestión es cómo, cuándo, con qué sufrimiento y cuáles serán sus consecuencias.
En el año 2001 mediante la ley 163-01 se creó la provincia Santo Domingo que la separo del Distrito Nacional la cual a su vez quedo conformada por cuatro municipios siendo estos Santo Domingo Este, Santo Domingo Oeste, Santo Domingo Norte y Boca Chica.