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Caminando… | José Luis Soto

El fenómeno de la migración mundial adquiere hoy día dimensiones y caracterizaciones llamadas a investigar, en la búsqueda de soluciones conjuntas como se ha estado planteando en el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.

El tema de la migración es que no se ha querido ver como fenómeno, cuya solución a corto, mediano y largo plazo debe ser desde un enfoque integral, por las profundas causas que provocan que las personas migren, dejando atrás con dolor y nostalgia a sus familiares fundamentalmente a sus madres, padres, hijos, hijas, esposos, esposas, en fin, abandonan sus vidas en la tierra en que nacieron inspirados en el sueño de un mejor porvenir.

La migración es una realidad global. Se estima existe entre 281 y cerca de 300 millones de migrantes internacionales. La mayoría de los y las migrantes se desplazan de forma insegura entre países. Desde luego también existen millones de migrantes que se han establecido en naciones y comunidades de acogida.

Lo se plantea desde el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular es un compromiso de Estado para en común como lo expresaron con su firma 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, que reconocieron la necesidad de adoptar un enfoque integral para la movilidad humana, así como promover una mayor cooperación a nivel universal.

Señalaremos, sin entrar en detalles, seis puntos del Pacto que a nuestra consideración son importantes para el enfoque de una comunicación y un periodismo de derechos y el derecho de las personas a migrar.

Los Estados se comprometieron a:

  • “Proteger los derechos humanos de todos los refugiados y migrantes, independientemente de su condición. Esto incluye los derechos de las mujeres y las niñas, así como promover su participación plena, fructífera e igualitaria en la búsqueda de soluciones.
  • Asegurar que todos los niños refugiados y migrantes estén estudiando en un plazo de unos meses después de su llegada.
  • Prevenir la violencia sexual y por razón de género, y responder ante ella.
  • Prestar apoyo a los países que rescaten, reciban y acojan a un gran número de refugiados y migrantes.
  • Trabajar para poner fin a la práctica de detener a los niños a los efectos de determinar su estatus migratorio.
  • Condenar enérgicamente la xenofobia contra los refugiados y los migrantes, y respaldar una campaña mundial para combatirla”.1

El derecho a la migración organizada y segura

Sin embargo, el Pacto para una Migración Segura y Organizada fue una iniciativa que puso el tema de la migración en el centro del debate mundial. Fue un convenio de extraordinarias buenas intenciones, pero solo de buenas intenciones. El compromiso solo fue eso… El pacto carecía de vinculante que hiciera posible que los Estados cumplieran con los acuerdos firmados.

El balance de las migraciones mundiales desde la firma del pacto en el 2016 hasta este año 2023, es que las crisis migratorias se han acentuado. La pobreza, los conflictos militares, las persecuciones políticas y la crisis climática, están expulsando millones de personas de sus territorios.

La humanidad está viviendo la gran crisis de la migración y la movilidad humana, sin precedentes y sin soluciones a la vista a corto, mediano y a largo plazo, es lo que señalan expertos y expertas.

Desde luego hay que recordar que la migración y la movilidad humana han existido siempre. No es un fenómeno de ahora, la movilidad de las personas como señala la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el Informe sobre las Migraciones 2022:

“La migración y la movilidad humanas son ciertamente fenómenos milenarios que han afectado, casi sin excepción, a todas las sociedades del mundo, pero con el tiempo han experimentado cambios importantes. El examen de esos cambios en sus aspectos demográficos y en lo referente a la escala, dirección y frecuencia de los movimientos puede ayudarnos a entender la evolución de la migración y darnos pautas para el establecimiento de políticas, programas y respuestas operacionales eficaces en el terreno”.2

En el mismo informe del 2022, la OIM señala que:

“La estimación mundial actual de las Naciones Unidas, en 2020 había unos 281 millones de migrantes internacionales en el mundo, lo que equivale al 3,6 % de la población mundial. Esta es una pequeña minoría de la población total, lo que significa que permanecer en el país natal sigue siendo la norma casi universal. La gran mayoría de las personas que migran no cruzan fronteras internacionales; la cifra de los migrantes internos es mucho mayor, aunque se observa una disminución en los dos últimos años, a medida que la inmovilidad relacionada con la COVID-19 paralizó a las comunidades de todo el mundo.”3

Los refugiados es uno de los colectivos de los desplazamientos, que engloba a más de 100 millones de personas que vivían en países “azotados por los conflictos, la persecución, el hambre y el caos climático” y se vieron forzados a abandonar sus hogares. El pasado 20 de junio en ocasión Mundial de los Refugiados, António Guterres, llamó la atención a la comunidad internacional a no ver a este grupo de personas como simples cifras y señaló “No son una cifra en un papel: son mujeres, niñas, niños y hombres que recorren un duro camino en el que a menudo son objeto de violencia, explotación, discriminación y abusos”.

“Como se pide en el Pacto Mundial para los Refugiados, los países de acogida necesitan más apoyo internacional para impulsar el acceso a la educación de calidad, el trabajo decente, la atención de la salud, la vivienda y la protección social”,4 alertó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Crisis migratoria en las Américas y el Caribe

La agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en su informe de junio de 2023, advierte que el número de personas desplazadas a nivel mundial alcanzó una cifra récord en 2022, donde se destaca la grave crisis migratoria y de desplazamientos en Las Américas especialmente en Venezuela y Haití.

“La situación en Venezuela sigue impulsando la movilidad humana en la región, y sigue siendo de las más preocupantes. Hemos llegado a más o menos 5,5 millones de venezolanos refugiados o con necesidades de protección internacional”,5 declaró Giovanni Bassu, Representante Residente de la ACNUR en Ecuador, en un comunicado de prensa publicado por Noticias Naciones Unidas el 13 de junio de 2023.

En 2022 los desplazamientos en Las Américas, especialmente, utilizando el llamado “tapón del Darién” (Panamá), en la frontera con Colombia, se duplicaron. Migrantes venezolanos, haitianos, africanos, dominicanos, caminaron a pie miles de kilómetros atravesando fronteras para llegar a México y de ahí llegar a la frontera en un intento por llegar a Estados Unidos. El número de migrantes que emprendió la peligrosa travesía hacia Panamá a través de la Selva del Darién se duplicó el año pasado creciendo de 133.000 personas en 2021 a cerca de 250.000 en 2022, según cifras del Gobierno de Panamá recogidas por la Organización Internacional para las Migraciones.

El número de venezolanos que emprendió esta ruta el año pasado creció unas 50 veces en comparación con 2021 -150.327 venezolanos-. A los nacionales de Venezuela le siguieron en cantidad los ecuatorianos (29.356), los haitianos (22.435), y los cubanos (5.961).6

Pero lo cierto es que el éxodo de los y las que huyen de las crisis económicas, de los conflictos políticos y las persecuciones políticas en nuestros países de América Latina y el Caribe continuará. Las perspectivas de soluciones a los problemas que originan estos desplazamientos no están a la vista, no se ven a la vuelta de la esquina.

Comunicación y migración

Ante los retos y desafíos que se nos presentan con la crisis migratoria actual y que según expertos de Naciones Unidas, en el 2024, continuará el éxodo masivo de seres humanos en todo el mundo, debido al fracaso de las políticas públicas que dan origen a los flujos migratorios, cabe recordar la responsabilidad humana, ante la complejidad de la presente y futura crisis.

En este sentido, la principal tarea del ser humano consiste en utilizar todos los medios a su alcance, entre ellos el periodismo, todas las tecnologías, los dispositivos y los medios de la actual sociedad de la información, para salvaguardar “el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”, en particular, el derecho a la migración segura y ordenada y que los estados están en la obligación de garantizar, ofrecer seguridad y contribuir con una acogida humana y de oportunidades.

Y de eso trata parte de los postulados del Pacto por una Migración Segura y Ordenada que citamos anteriormente y que además va en consonancia con los derechos a la comunicación y el periodismo de derechos.

Como muy bien señala la WACC (Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana) sobre los derechos a la comunicación estos “les permiten a todas las personas expresarse individual y colectivamente a través de cualquier medio o forma de comunicación. Los derechos a la comunicación son vitales para la participación social y son, por lo tanto, derechos humanos universales que protegen a todo hombre, mujer, y niño o niña”.

Dos colegas con vasta experiencia en el trabajo con organizaciones de la sociedad civil que trabajan con poblaciones migrantes en capacitación en comunicación y migración coinciden en señalar sobre la necesidad de empoderar más a los y las migrantes sobre los derechos a la comunicación para que ejerzan esos derechos para visibilizar la realidad en la que viven.

Riamny Méndez Féliz y Bienvenido Scharboy, dominicanos ambos, consideran que con el ejercicio de la comunicación podemos contribuir a visibilizar la realidad de poblaciones vulnerables, marginadas o excluidas, dentro de éstas las comunidades migrantes, víctimas en los países de acogidas o de tránsito, de la violación o vulneración de sus derechos como personas obligadas a migrar a otras tierras en busca de mejores condiciones de vida.7

“A través de la comunicación podemos orientar a las comunidades migrantes sobre sus derechos a estar organizadas para demandar respeto a sus derechos y a los de sus descendientes. También, los deberes a los que están sujetos en el país de acogida, consagrados en nuestro caso en la Constitución y leyes que rigen la materia o el tema migratorio. Esto sería parte del derecho de la comunidad migrante a ser informada tanto de sus derechos como de sus deberes y a no ser discriminada por su origen, color de piel y las prerrogativas que les garantizan el derecho al trabajo, educación y salud”, considera Scharboy.

La comunicación Alternativa: Una vía para dar voz a los y las migrantes

Mientras, la periodista Méndez Féliz cree que los y las migrantes necesitan de medios alternativos para hacer oír sus voces:

“Creo que los migrantes necesitan medios más enfocados en ellos mismos, quizás sea importante que un medio alternativo pueda dedicar esfuerzos a informar a los migrantes, especialmente a los haitianos. Hablo de un medio alternativo, porque en este momento político concreto no creo que esto sea posible desde un medio tradicional. Los venezolanos cuentan con Globalízate Radio, que es un esfuerzo importante para informar a su propia comunidad, la comunidad haitiana necesitaría algo semejante para poder organizarse y autoorganizarse, necesita reporteros que hablen en su lengua materna”.

Que se abran las puertas de las corporaciones mediáticas a escuchar las historias de los y las migrantes no es tarea fácil. Más si se toma en cuenta el auge de políticas hostiles a migrantes y las migraciones. El discurso de odio, la xenofobia y el racismo han ido ganando terreno en los medios de comunicación no solo de América Latina, y el Caribe, sino de todo el mundo.

Hay que insistir en contar la otra historia del cuento de las migraciones. En ese sentido, si los medios tradicionales no dan acceso a las voces de los y las migrantes una alternativa son los nuevos medios de comunicación como las llamadas redes sociales como una forma de hacer escuchar las historias humanas, las vidas de las personas que migran.

La clave, la organización

“En este momento histórico concreto creo que es muy difícil convencer, porque hay muchos intereses influyendo, no es solo desconocimiento. Pero si los migrantes se organizan mejor, pueden conquistar algunos espacios y lograr alguna incidencia eventualmente, sin embargo, no veo posible que tengan una presencia constante en los principales medios tradicionales. Ahora bien, hay otros espacios, las redes sociales, contactos con las universidades, medios locales, etc. Quizás deban enfocarse en eso y en construir algunos espacios de comunicación alternativa con otros grupos vulnerables,” sugiere la colega Riamny Méndez Féliz, periodista feminista y gestora comunicacional.

Pero pese a que cada vez más los espacios son más reducidos para los y las migrantes en los medios tradicionales, debemos seguir insistiendo. Hay que tratar de hacer alianzas con periodistas amigos y amigos para que se interesen sobre historias de vida sobre las poblaciones migrantes. Scharboy está consciente que la concentración mediática en manos de sectores empresariales y grupos financieros es una retranca no solo para hacer escuchar las voces de los migrantes, sino de otros sectores sociales marginados.

“Es una tarea que siempre ha sido difícil; pero que en algunos momentos ha encontrado un pequeño espacio, por la sensibilidad de algunos ejecutivos, que se pueden contar con los dedos de las manos. No obstante, hay que insistir por medio de campañas, talleres y otras acciones de sensibilización, que ayuden a cambiar la percepción de los directores y jefes de redacción de los grandes medios de comunicación sobre el derecho a que se escuche la voz de la población migrante y se le abran los espacios donde puedan expresar su realidad, limitaciones y obstáculos para una vida digna, acompañada del respeto a sus derechos.”, expresa Scharboy.

Pero hay esperanza que los medios masivos de comunicación se abran a migrantes o todo está perdido

Los migrantes son noticias cuando ocurren tragedias en alta mar, en las fronteras. Son noticias por la cantidad de muertos, heridos, las travesías que hacen en búsqueda del sueño americano, por ejemplo, con relación a los y las migrantes que intentan llegar a Estados Unidos por la frontera con México.

Ayudar a construir comunidad

“La ayuda fundamental para lograr los objetivos planteados es el acompañamiento a esta comunidad, en el que fundamentalmente se haga énfasis en los derechos que les consignan y garantizan las leyes nacionales y los tratados y convenios internacionales, porque nadie puede defenderse si no conoce sus derechos y deberes y si ignora los mecanismos legales que puede utilizar para hacer respetar sus derechos”, considera el periodista Bienvenido Scharboy.

“Lo primero es que formen una comunidad más fuerte entre ellos mismos, y luego necesitan un plan para dar a conocer la diversidad de los aportes que realizan a través de distintos medios, esto incluye a medios tradicionales pero también a otros espacios alternativos, algunos habrá que construirlos. Informando con un enfoque en derechos humanos, informando de los procesos y recursos disponibles para la legalización, regularización de los migrantes, etc. Y sobre todo, evitando los estereotipos y la estigmatización.”, matiza la colega Riamny Méndez Féliz, que apuesta por las redes sociales como medios alternativos para visibilizar otras historias posibles sobre la migración internacional y local.

Un reto es ganar más espacios para los y las migrantes en los medios tradicionales y desarrollar estrategias de comunicación en los nuevos medios (redes sociales) Facebook, Twitter, Instagram, las radios digitales, hacer televisión comunitaria a través de Youtube, es una alternativa viable para hacer llegar el mensaje de los y las migrantes.

Y las políticas públicas

Lo primero sería abrirle espacios que puedan utilizar para que la población del país de acogida conozca los aportes de las comunidades migrantes al desarrollo económico y cultural de la nación donde viven como exiliados económicos y contribuir a evitar la discriminación y la xenofobia. También buscar sensibilizar a los actores encargados de elaborar y ejecutar políticas públicas para que promuevan la convivencia pacífica entre la comunidad migrante y la población del país que la acoge, sugiere el periodista Bienvenido Scharboy.

A modo de conclusión

Se necesita más promoción de los derechos a la comunicación y la defensa de los derechos humanos entre las organizaciones cívicas y los y las periodistas para hacer más efectiva la labor de acompañamiento de las poblaciones migrantes, desplazados y refugiados en los países de acogida.

Desde la sociedad civil tiene que promoverse el diálogo permanente entre Gobierno-Estado y las entidades que acompañan a las poblaciones migrantes. Se necesita incidir en los tomadores de decisiones sobre la necesidad de que se garantice la protección y la seguridad de las poblaciones migrantes en los países de acogida. Que los Gobiernos-Estados vean más ventajas que problemas en las migraciones. Resaltar los aportes que estas minorías hacen no solo en materia laboral, sino también en la diversidad cultural que representan.

Es una tarea a seguir profundizando que se vean y asuman los derechos a la comunicación como un conjunto de elementos jurídicos de protección que no solo reclama el acceso de las personas en condiciones de igual a la información y el conocimiento, sino que también tienen por objetivo la construcción de ciudadanía.

Las organizaciones que trabajan con poblaciones migrantes, desplazados y refugiados tienen que mejorar la comunicación con los y las periodistas, directores/as y otros ejecutivos de las corporaciones periodísticas, con el fin de lograr mayor visibilidad de estos grupos. Es fundamental superar la invisibilidad de la migración global, desde una perspectiva de una comunicación más humana, solidaria y del buen vivir.

Finalmente, es otro pendiente la construcción de un periodismo que tenga como base o fundamento los derechos a la comunicación, a comunicar, garante y/o vigilante del libre acceso a la información en igualdad de condiciones y al respeto a la libertad de expresión del pensamiento.

Es ese periodismo que proponemos para ganar y garantizar derechos, ganar la palabra con justicia y la democratización de los medios de comunicación.

Notas

1. Declaración de Nueva York

2. Informe sobre las Migraciones en el mundo 2022 (pag.1 https://publications.iom.int/system/files/pdf/WMR-2022-ES_0.pdf

3. Informe sobre las Migraciones en el mundo 2022 (pag.1) https://publications.iom.int/system/files/pdf/WMR-2022-ES_0.pdf

4. Guterres: Los refugiados no son una cifra en un papel, son personas que precisan nuestro apoyo https://news.un.org/es/story/2023/06/1522092

5. El número de desplazados forzosos alcanza los 110 millones de personas https://news.un.org/es/story/2023/06/1521932

6. Migración en el Darién, desigualdad en la educación, cooperante en Irán, vacuna contra la tuberculosis… Las noticias del martes https://news.un.org/es/story/2023/01/1517957

7. Entrevista a los periodistas Bienvenido Scharboy y Riamny Méndez Féliz realizada por José Luis Soto.

José Luis Soto Rodríguez estudió Ciencia de la Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Estudió Comunicación y Pastoral en la Universidad Autónoma Popular del Estado de Puebla, México. Con Diplomado en Ciencias Políticas y Comunicación y Comunicación e Investigación en Internet en la Universidad de Austin, Texas, Estados Unidos. Ha dedicado más de 25 años al estudio y seguimiento del tema comunicación y migración. Ha laborado en medios impresos, radio y digital. La mayor parte de su ejercicio ha sido como responsable de prensa y comunicación en instituciones de la sociedad civil como el Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo, sj, Niños del Camino y el Centro Bonó, sj y del Proyecto Hacia una Cultura de Derechos Humanos y Coexistencia Pacífica en la Frontera Dominico-Haitiana, con el apoyo de la Unión Europea.  De igual forma sirvió durante varios años en el área de prensa del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Fundador del Espacio de Comunicación Insular (ESPACINSULAR) y de Radio Cimarrona.  Miembro por más de 20 años de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC) – Región WACC Caribe.