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Opinión | TAHIRA VARGAS GARCÍA

El 4 de marzo pasado se puso a circular la publicación del “Estudio Cualitativo sobre la Trata de mujeres extranjeras en República Dominicana” que realicé para el Instituto Nacional de Migración.

Este artículo contiene un extracto de algunos hallazgos de uno de los capítulos dedicado a las modalidades de trata que sufren las mujeres migrantes estudiadas.

“La trata de migrantes en la República Dominicana se presenta en los casos de venezolanas y haitianas desde las distintas modalidades definidas por la ley 137-03, estas son: explotación sexual, explotación sexual comercial, explotación laboral, explotación en trabajo doméstico y matrimonio servil”. (Vargas/INMRD 2020)

“Las venezolanas han vivido unas condiciones sostenidas en un trabajo sexual forzado no-impuesto mezclado con explotación laboral. En su trabajo en negocios como camareras, no son obligadas a tener sexo, sin embargo, se ven forzadas a realizar servicios sexuales por el endeudamiento contraído con el negocio para llegar al país, su condición de irregularidad migratoria y bajos salarios con horarios extendidos por más de 12 horas. En las haitianas encontramos casos de explotación sexual comercial en su niñez en Haití, fueron obligadas a tener sexo con hombres por sus familiares, amigas y novios recibiendo a cambio beneficios económicos. Se evidencia así el continuo de la trata, explotación sexual en la niñez y luego en su adultez, trata en matrimonio servil y explotación en trabajo doméstico”.

La explotación sexual aparece en las haitianas a diferencia de las venezolanas tras la figura del “buscón” (figura versátil en las distintas modalidades de trata) que se asemeja al “chulo” dominicano (Vargas/OBMICA 2019) quienes las explotan directamente con hombres buscados por ellos cobrando en cada caso o las introducen a negocios de los que ellos forman parte”.

“Las haitianas explican claramente que fueron vendidas por un buscón a quienes ellas le pagan en Haití para que las traiga a RD a un trabajo y las engaña entregándolas a hombres haitianos y dominicanos. Estos hombres ejercen violencia física, verbal y sexual hacia las mujeres y en algunos casos las mantienen secuestradas. Tanto las venezolanas como las haitianas sufren violencia de género”.

“Las modalidades de trata vividas por las venezolanas y haitianas muestran la realidad de desigualdad de género y cosificación como objeto sexual que la mujer tanto en los países de origen como en el nuestro sufre. Muchos de los hombres que forman parte de los relatos de estas mujeres, aun cuando pertenezcan a distintos países, tienen un patrón en común: la visión de la mujer objeto-sexual bajo su dominio con un ejercicio de poder que las aniquila y las subordina como sujeto de derechos”.