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Opinión | Miguel Ángel Cid Cid/Consultor Internacional

En el municipio de Santiago de los Caballeros, el Partido morado duró 26 años en la gatera. Pero en el 2016, a pesar de las guerritas de guerrillas a lo interno, salieron airosos. Con el enemigo interno huyendo y los competidores externos confundidos, parece que el guiso del 16 dejó grasa para el 2020.

En el 2016, en efecto, el Partido de la Liberación Dominicana superó el umbral de los 52 mil votos, invariables desde 1990. En esa campaña electoral Fernando Rosa y Monchy Rodríguez (†) se tiraron las cajas y los cajones en busca de la candidatura a alcalde por los morados. En ese escenario apareció de pronto, cual Chapulín Colora’o, Abel Martínez y se alzó con la candidatura.

A la sazón las aspiraciones de Martínez Durán eran imprecisas. Nadie sabía si su ambición era ser candidato a la vicepresidencia o senador o alcalde. Por tal razón en aquel entonces afirmé que “tras bastidores “el Mesías, el redentor” Abel Martínez Durán aspira redimir penas y tristezas, sea como vicepresidente, senador o como alcalde ¿Cuál plaza le tocará?” Al final le tocó la alcaldía.

Contrario a lo que muchos analistas pensaron, dijeron y escribieron --yo incluido--, Abel Martínez ganó las elecciones. Ese triunfo parece que exorcizó el maleficio que arrastró el peledeismo desde 1990.

En febrero de este año 2020, como todos sabemos, corresponden las elecciones municipales. Los candidatos a competir son Abel Martínez por el PLD; Ulises Rodríguez, actual legislador, por el Partido Revolucionario Moderno (PRM); Rafael (Papito) Cruz, regidor y presidente del Directorio Municipal Reformista, por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

En tanto que Gilberto Serulle, alcalde que antecedió al actual Martínez Durán, se inscribió por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Deivi Delgado Jiménez va por el partido Alianza País (AlPaís); José Eugenio Martínez por el Partido Cívico Renovador y Yasser Serulle Ferdinand por el Partido Socialista Verde.

Dichos candidatos compiten por una ración de los 588,093 mil ciudadanos hábiles para votar en el municipio.

Sin embargo, quienes acumulan mayores probabilidades, dentro de la oposición, son Ulises Rodríguez y Rafael (Papito) Cruz. Algunos dirán, erróneamente, que también Gilberto Serulle es un favorito.

 La realidad linda y lironda es que si usted pregunta en las calles de la Ciudad Corazón, muy pocos sabrán que esos “líderes” son candidatos. La situación de los reformistas en Santiago, por ejemplo, no es ni sombra de lo que fue en el pasado.

Por otro lado, el PRM aún no logra arrancar aquí como partido. Mucho menos desarrollar un liderazgo local propio. El PRSC se encuentra atrapado en “la estrategia política del mono”. Es decir, trepar de un árbol a otro. Aquello de que el León es un encantador de serpientes parece ser cierto. Tanto el PRM como el PRSC, a raíz de la salida de Leonel Fernández del PLD, están alucinando; digamos que hechizados por los demonios de la Fuerza del Pueblo.

A Deivi Delgado Jiménez, José Eugenio Martínez, Yasser Serulle Ferdinand y al propio Gilberto Serulle, no les queda más que aprovechar la coyuntura. Tienen que pujar para aumentar el caudal de votos de sus partidos en el municipio, mostrar su validez como candidatos y exhibir fortalezas para el proceso siguiente.

Contrario al proceso de 2016, ahora Abel Martínez salió tempranito a hacer su campaña. Tiene a su favor que él es el actual alcalde y candidato a derrotar. Le beneficia que el Consejo de Regidores le hace muy poca oposición, por no decir ninguna. El trato que le prodigan los medios de prensa es tan favorable que uno se vuelve sospechoso. ¿Estarán tantos periodistas, se pregunta uno, en la nómina del Ayuntamiento?

Todo parece indicar que Martínez es un lince motivando las actuaciones de la prensa santiaguera. O, por el contrario, su gestión como alcalde es, no solamente exitosa, sino intachable. ¿Usted qué crees?

En fin, la salida temprana de Abel Martínez Durán garantiza que quien guisará en la cocina política de Santiago de los Caballeros es el Partido de la Liberación Dominicana. La oposición se muestra tan estancada en el municipio como lo estuvo en el 16, sin decidirse a empuñar el sartén por el mango.

De modo que la reelección de Abel Martínez marcha viento en popa y no se avizoran tormentas. ¿La logrará?

Yo creo que sí. ¿Y tú?