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Opinión | Telésforo Isaac / obispo Iglesia Episcopal Dominicana

Para precisar lo que dice el titular de este artículo, que la hermandad y la armonía están en contraposición por las luchas, discordias, grietas y rompimientos por acontecimientos en todos los lugares del mundo, que de manera innegable vemos a diario.

Uno de los acontecimientos históricos más interesantes para determinar la comprensión de la conducta y la actuación humana, con alguna precisión, puede ser lo que pasó al imperio de Alejandro Magno, quien había conquistado a gran parte del mundo conocido entonces. A la muerte de esta figura con apenas 30 años de edad (356-326 a.C.). Este acontecimiento puede ser analizado según lo sucedido con sus familiares, generales herederos, colaboradores, y sátrapas. Su madre fue asesinada, su esposa envenenada, los hijos puestos bajo tutela, y los generales herederos y sucesores de la conquista se pelearon unos con otros hasta que se desmembró el imperio por las luchas y discordias entre ellos.

Ya en la Era Cristiana, la traición de Judas Iscariote toma singular importancia; pues según los cuatro evangelios canónicos, Judas, quien fue uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret, y tesorero de la cofradía; guio a los guardias hasta el lugar donde encontraron y arrestaron a su Maestro; les indicó quien era besándole (Marcos 14:43-46), por no ser identificable en la oscuridad de la noche. Por su traición Judas fue recompensado con treinta piezas de plata (Mateo 26:15). Este hecho se tiene como la traición más sobresaliente e indignante de una persona de intimidad y confianza.

 

La religión cristiana que era el principal culto de los países del mediterráneo, Asia Occidental y norte de África, era legado de la teología, los dogmas, prácticas litúrgicas, y el seguimiento de las enseñanzas bíblicas acerca de Jesús el Cristo, la influencia de los escritos de San Pablo, Tertuliano, Ireneo de Lyon, Agustín de Hipona, Gregorio Magno, Ambrosio de Milán y Jerónimo de Estridón. En el año 313 d. C. con el Emperador Constantino el Grande comenzó a gestar movimientos de cisma y el 16 de julio del año 1054, el dialogo entre el ala romana (Iglesia Católica) y los constantinopolitanos (Iglesia Ortodoxa Oriental), fue abandonado y el cisma de ambas iglesias se materializó. La división de ambas iglesias se perpetúa aún, a pesar de repetidos encuentros entre los pontífices de roma y los patriarcas de las Iglesias Orientales.  

En el cristianismo del mundo occidental, en la Iglesia Católica se originaron en el siglo XVI movimientos para reformar y reencausar la religión. En el año 1517, Martín Lutero publicó sus famosas “95 Tesis”; un trabajo muy polémico que puntualizaba negligencias, malinterpretaciones doctrinales, actos de idolatría, y ventas de indulgencias para levantar fondos a fin de construir y mantener programas en la iglesia de entonces.

Las protestas de Martín Lutero, seguido por Juan Calvino, Ulrich Zwingli y otros dieron lugar a la “Reforma Protestante”. Hubo división en la iglesia cristiana tradicional, y por eso se gestaron grupos protestantes, como los luteranos, calvinistas, presbiterianos, anglicanos y anabaptistas.

El mundo, los pueblos, los grupos sociales, las comunidades cívicas, la familia han continuado deshaciendo la unidad, hermandad y armonía, y más bien hay luchas, discordias, grietas y rompimientos a todos los niveles de las sociedades humanas.

En la primera parte del artículo titulado “Hermandad y Armonía vs Luchas, Discordias, Grietas y Rompimientos”, se dijo que: “el hilo enmarañado de una telaraña” es por desgracia, un continuo enfrentamiento que causa desaliento y muchas interrogantes, porque se quiebran las relaciones entre cónyuges, hermanos, compañeros políticos, confraternos religiosos, colegas profesionales, y/o grupos comunitarios.

Hechos de esta índole suceden continuamente y en la actualidad hay noticias e informaciones de estos sucesos en varias partes del mundo. Se pueden mencionar las revueltas en el Ecuador y Haití; las disputas en los Estados Unidos con la Casa Blanca; y en la Republica Dominicana por los reclamos y defensas que se mantienen por el conteo final de la Junta Central Electoral (JCE), por la pre-candidatura presidencial de un mismo partido.