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Opinión | Doctor Nelson Figueroa Rodríguez/abogado y consultor internacional

Con el surgimiento, auge y pegada del denominado “genero urbano”, al ritmo de cadencias de letras explícitamente sexuales y una apología al consumo de sustancias licitas e ilícitas, este se ha convertido en una expresión de un segmento de los barrios marginados en una abierta confrontación con el conservadurismo tradicional de nuestra sociedad.

El crecimiento  de este “género”  impuesto  a través de un adoctrinamiento, que busca  hacernos cada vez menos pensantes y menos identificados con las causas sociales, viene disfrazado como una “ cultura urbana” que va más allá de  la música, incluye el vestir, el lenguaje, la ostentación y la vida distendida al libre albedrío,  así como, la promoción  de la consecución fácil  de las cosas sin el más mínimo esfuerzo  que es lo que buscan y procuran siempre los grupos hegemónicos dominantes del sistema; de ahí que nos quieren  hacer  ver y pensar que la “música urbana” es la expresión del barrio. 

 Si bien muchos y muchas de estos y estas “artistas” provienen de la marginalidad generada por la exclusión social en los distintos sectores de nuestro país, no es menos ciertos que el mismo no es el símbolo de la cultura popular, no es la expresión de los cientos de miles de personas que habitan dichas localidades, de los y las jóvenes que desvelan cada mañana el silencio para preñar las universidades en busca del conocimiento y la superación; no reflejan la cultura de los hombres y mujeres que al caer el alba con el cansancio a cuesta llegan a sus hogares a abrazar la miseria al través de compartir el pan con sus hijos e hijas en procura de alivianar la carga de la jornada diaria.

 Con este adoctrinamiento nos quieren hacer ver y enrostrar que el barrio es sinónimo de vulgaridad y que  esta parapléjico porque es un generador de la violencia , que vive extasiado por estaxis en la miseria , alucinando en su bienestar de pobreza  y cual inhalación de droga narcótica y alucinógena  le place ahogarse en su propio dolor que lo mantiene arrinconado a los recuerdos; pero  no, el barrios en más que esto, es fruto  y resultado  del trabajo diario de las  instituciones, religiosas , sociales , educativas , culturales , deportivas , que cada día cobijan sus sueños y luchan por  hacer más viable y decente su comunidad y  procuran salir adelante a través de  la educación , la cultura y el deporte.

 En el barrio los y las  principales influencer son cientos  de dirigentes, sociales que han dedicado su vida al trabajo de su comunidad , los sacerdotes, monjas, pastores  y pastoras que han hecho de la opción por los pobres su opción de vida, los y las   directivas de  los clubes deportivos, que  han forjado en cada gota de sudor  un soplo de esperanza  ,  las  escuelas de artes  que a través de las distintas manifestaciones artísticas han hilvanado historia caracterizado  sueños, plasmando bienestar y musicalizando alegría.

 El barrio es algo más que Dembow y Rap, es mas que las letras nauseabundas, que en detrimento del propio barrio se tornó pestilente, es más que ostentar de forma excesiva   “bling bling” (cadenas y prendas) que solo hacen colgar, vestir  y festinar  su ignorancia, es más que la visión de la mujer como objeto sexual, es mas que movimientos explícitos de caderas, que trata de promover  el barrio como un burdel colectivo. No, esta no es la expresión del barrio.

 El barrio se levanta y canta con el sonido de la voz de un pregonero, el barrio anda y camina en miles pasos de niños y niñas que se refugian en las aulas en busca del conocimiento, de los padres y madres que corren y andan en cada esquina desolada del asfalto en procura del sustento, vive en los  y las adolescentes que entre callejones albergan su futuro y en las canchas de los  clubes cobijan  sus ilusiones, en los miles de jóvenes que con fuerza y vigor acarrean la ignorancia y a base de fuerza busca ingerir el conocimiento , el barrio es el colectivo que cual elección democrática  por mayoría  eligió vivir en la dignidad y la decencia.

 El barrio aporta y se manifiesta  en  cada expresión de nuestra cultura , suena  en  cada partitura  musical, se expresa en cada  corrida en los deportes y se asienta en cada expresión natural , por eso si bien la música urbana es una expresión de un segmento no significa que  sea la expresión  del colectivo, al margen de los view, y de las reproducciones ,  porque  las historias y acciones del barrio que no son viralizadas y que no son difundidas por los medios  son las importantes son la que nos identifican como pueblo y las que perduran y perduraran a través del tiempo, llamemos la cosas como son  por porque el barrio no es solo  música urbana , el barrio  es algo más que eso.