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Si bien es difícil cuantificar a escala mundial la trata de personas, se cree que anualmente unas 800.000 personas son objeto de trata a través de las fronteras internacionales, al tiempo que muchas otras lo son dentro de las fronteras de sus propios países.

 Por trata de personas se entenderá:

"La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras fuerzas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o a una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación".

(El Artículo 3 del Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidascontra la Delincuencia Organizada Transnacional)

Los grupos delictivos organizados obtienen pingües beneficios de la trata y de la explotación de personas, que en su mayoría son objeto de graves violaciones de sus derechos humanos.

Entre los abusos experimentados comúnmente por las personas objeto de trata cabe señalar: la violación, la tortura, la servidumbre por deuda, el confinamiento ilegal y las amenazas contra los familiares o personas allegadas a las víctimas así como otras formas de violencia física, sexual y sicológica.

La demanda de mano de obra barata, de servicios sexuales y de ciertas actividades delictivas son las causas originarias de la trata de personas. La falta de oportunidades y recursos, así como de poder social son otros factores que contribuyen a este fenómeno.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) viene trabajando en materia de lucha contra la trata de personas desde 1994. Desde entonces, la Organización ha llevado a cabo alrededor de 500 proyectos en 85 países y ha proporcionado asistencia a unas 15.000 personas que fueron objeto de trata. Sus objetivos primordiales en este quehacer son prevenir la trata de personas y proteger a las víctimas de la trata al tiempo que se les ofrece opciones seguras y sostenibles de retorno y reintegración a sus países de origen.

La OIM lleva a cabo estudios cuantitativos y cualitativos sobre la trata de personas para documentar adecuadamente su labor y aquélla con otros interlocutores. Las esferas específicas de interés comprenden los itinerarios y tendencias en la trata de personas, las causas y consecuencias de la trata de personas tanto para la persona objeto de trata como para la sociedad amplia, así como las estructuras, motivaciones y modus operandi de los grupos delictivos organizados. Si bien gran parte de esta labor se realiza a nivel nacional, con mayor frecuencia la OIM acopia y analiza datos sobre la trata de personas desde una perspectiva regional a fin de apoyar adecuadamente la cooperación interestatal en la lucha contra las actividades transfronterizas. La OIM también ha realizado considerables estudios en materia de legislación y políticas.

Como ya se sabe, más vale prevenir que curar, por ello, la OIM lleva a cabo campañas de información tanto en los países de origen como de destino a fin de instruir al público en general sobre la trata de personas, alentar a que las personas denuncien los casos sospechosos, y dotar a las poblaciones vulnerables de la información necesaria para protegerse adecuadamente y para identificar las tácticas de captación de los traficantes. El recurso a los medios de comunicación garantiza que la información llegue rápidamente a extensas poblaciones, al tiempo que la OIM también trabaja mediante vías de comunicación directa, a saber: teatros comunitarios, afiches y métodos de comunicación interpersonales para así llegar a determinadas poblaciones con mensajes más personalizados.

Cooperación Técnica

Las actividades de cooperación técnica de la OIM sirven para consolidar la capacidad tanto de las instituciones gubernamentales como de la sociedad civil a fin de encarar adecuadamente los retos que plantea la trata de personas. Ello comprende la capacitación de organizaciones no gubernamentales y de funcionarios gubernamentales, por ejemplo la policía; la asistencia técnica para el desarrollo de leyes, políticas y procedimientos de lucha contra la trata; y la modernización de infraestructuras.