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Derechos humanos | José Luis Soto

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) condena de forma contundente y categórica  las agresiones verbales, físicas y  psicológicas desplegadas en contra del colectivo de organizaciones Reconoci-do (del cual somos parte integrante) ocurridas el sábado 18 de noviembre en ocasión de la parada cívica por la restitución de la nacionalidad a dominicanos/as de ascendencia haitiana afectados por la sentencia n. 168/13 del Tribunal Constitucional que ha tenido lugar en  el Parque Independencia.

Condenamos y denunciamos  también que la Policía Nacional, dirigida en el lugar por el Mayor Casso,  haya permitido  a un grupo de nacionalistas, que no tememos en definir  fascistas y nazistas,  proferir insultos y amenazas de cada tipo hacia nuestros compañeros de Reconoci-do sin tomar ninguna medida, como si amenazar de muerte no sea un crimen previsto en nuestro ordenamiento penal. Tenemos referencia y constancia que amenazas de lanzar bombas lacrimógenas y dar palos a los manifestantes han llegado a los integrantes de Reconoci-do de parte de  miembros de la misma Policía Nacional así como denunciamos como una grave violación de los derechos civiles y políticos de Reconoci-do que se les haya obligado a finalizar antes de lo previsto la actividad programada y autorizada desde tiempo.

Condenamos además las expresiones de confusión que hemos podido observar en las redes sociales y en los comentarios respecto a la misma naturaleza de la parada cívica y que lamentablemente han llegado  desde personas presuntamente progresistas,  las cuales evidentemente,  en el racismo imperante en nuestra sociedad encuentran territorio común con la derecha más reaccionaria que presuntamente dicen combatir en otros escenarios. Recordamos que el racismo es uno de los valores identitarios  de los fascismos y de toda ideología que pretende la aniquilación, aislamiento y discriminación  de otros seres humanos en la base de la cultura y de la etnia.

Reafirmamos que para esas posiciones y personas nunca habrá cabida en nuestra organización y espacios a nosotros cercanos y reafirmamos nuestro compromiso a la lucha contra el racismo que es un pilar fundamental de la defensa y promoción de los derechos humanos en cualquier rincón del mundo.

Llamando en causa una vez más la soberanía nacional, el respeto al lugar donde se  ha desarrollado la parada, como si hay  lugares públicos accesibles para unos más que para otros, un presunto incumplimiento del procedimiento de obtención de la autorización (que de hecho la había), volviéndose voceros de las instancias reaccionarias de un grupúsculo de personas protegidas por el Estado, se ha pretendido en algún momento pasar la idea de que los derechos se defienden a medias, de que hay lugares accesibles exclusivamente a los dominicanos “puros” (nazismo) y que esos lugares no pueden ser manchados por personas que sean más morenitas de otras y que tengan expresiones culturales diferentes. Un tambor, una piel negra y un baile asustan los dominicanos puros y duros que olvidan tal vez cual es el origen de nuestro pueblo y que utilizan la historia a su propia conveniencia. Eso es simplemente inaceptable.

Finalmente condenamos como triste y lamentable el papel desempeñado por la prensa nacional en la cobertura de dicho evento. Recordamos a los periodistas de esos medios de comunicación y sus directores  que existe un concepto de responsabilidad social que tiene que ver directamente con el papel de los  medios de comunicación en nuestra sociedad. Desinformar de forma tan abrupta sobre las reivindicaciones objeto de la parada cívica del domingo y sobre la naturaleza de los mimos actores de  estas reivindicaciones,  llegando a definirlos “grupos de haitianos” (CDN37), “grupo prohaitianos” (El Caribe), “haitianos” (Listín Diario)  es sinónimo de un sicariato mediático que es fundamental y necesario condenar y parar ya que tanto daño le hace a nuestra sociedad y a las nuevas generaciones.

A tales fines anticipamos que a partir del próximo año nos dedicaremos a la tarea de organizar un observatorio de medios con el objetivo de monitorear que las coberturas periodísticas se den en un marco de respeto de derechos humanos y de apego a la verdad y  a la objetividad y al cual llamamos  desde ahora organizaciones aliadas y personalidades a sumarse en ese esfuerzo.