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Entre tú y yo… | P. Regino Martínez Bretón, sj

 Desde 1974 al 2015 hacen 41 años vivido en la frontera norte, provincia Dajabón. Aún esperamos que los gobiernos de turno tanto en RD., como en H., tengan   presente que somos dos naciones en una isla. Queramos o no tenemos que vivir teniéndonos en cuenta. Respetando la identidad de cada nación y para eso está el diálogo de las oficialidades y  a nivel popular.

 Mirando nuestra realidad isleña aparecen dos países envueltos en una realidad de pobreza e injusticia estructural. Ante esta realidad, la frontera exige un control racional, inteligente, dignificante y en definitiva legal.

Superar la pobreza y la estructura de injusticia supone soluciones complejas que requieren mirar la situación de frente, sin prejuicios y con voluntad de buscar resultados que nos beneficien a los dos países: RD y H.

La acción transformadora correcta tiene que ser conjunta: RD-H-RD. Si permanecemos de espaldas nos alejamos. Si nos situamos de frente chocamos. Tenemos que estar uno al lado del otro. Respetando nuestras identidades culturales y por tanto nacionales. Nadie, ni personas ni naciones pueden dejar de ser Yo para ser Tú. Yo soy yo en la medida que tengo presente el Tú como es con sus fortalezas y debilidades. Las relaciones con un Tú imaginado o con un Tú objetivizado no son dignas ni humanas…

 El primer esfuerzo en el proceso de transformar la realidad fronteriza tiene que ser de los dos Pueblos, de los dos Estados. En un segundo lugar está el aporte de la Comunidad Internacional, que potenciaría lo NACIONAL y la BINACIONALIDAD. Si no hay VOLUNTAD NACIONAL CON SENTIDO BINACIONAL, las ayudas internacionales se convierten en fuentes de corrupción y dependencia, caldo de cultivo del narcotráfico y hasta del terrorismo armado y/o del terrorismo suicida…

Actualmente el control fronterizo está caracterizado por lo ilegal e irracional y los resultados que tenemos son: tráfico de nacionales irregulares, contrabando de mercancías, narcotráfico, violaciones de los DD.HH., y violencia institucionalizada/individualizada… Las soluciones implementadas por la oficialidad dominicana con las repatriaciones masivas e indiscriminadas y el control corrupto lo que generan es un círculo vicioso: MÁS DE LO MISMO. Esto se complementa con una oficialidad haitiana indiferente, corrupta, violenta y desintitucionalizada/individualizada.

Dejar sin control el flujo de inmigrantes irregulares y un comercio de subsistencia a la “brigandina”, en la frontera, es perjudicial para los dos Pueblos y los dos Estados.

En RD tenemos Instituciones; pero hacen falta funcionarios que actúen con responsabilidad institucional. Hace falta una COORDINACIÓN INTERINSTITUCIONAL.    No se puede progresar con instituciones individualizadas. En la frontera cada institución anda por su lado: Migración, Cancillería, Ayuntamiento, Aduana, CEI-RD, Gobernación, Ejército Nacional, Cesfront, Instancia de inteligencia G2, J2, DNI. 

Cuando aparece un problema se hacen reuniones, se llegan a formular acuerdos; pero no hay seguimiento. Llega un funcionario nuevo y hay que comenzar de nuevo. Cada funcionario tiene su librito dependiendo el jefe político que lo haya nombrado. Tenemos que superar el centralismo, el clientelismo político y la corrupción.

La coordinación del sentido nacional con lo binacional tiene que ser una realidad tanto a nivel nacional  como local fronterizo.

En la frontera de hoy, lo mismo que en la de ayer, tenemos dos realidades necesarias, que exigen soluciones urgentes: control racional y legal de la inmigración y comercio de subsistencia justo, legal, libre y solidario.

La racionalidad es el primer paso de la legalidad. Por ejemplo, miles de inmigrantes regresan a su país a pasar las fiestas navideñas. Inicio de un saqueo público al cruzar la frontera… y al regreso se les impide el cruce por el puente. Se sabe que cruzarán por el río pagando a la posta militar y en las carreteras a los chequeos…  se sabe que son irregulares; pero se les emplea en los trabajos públicos, en la construcción, en las agroindustrias y el comercio… son irregulares para cruzar la frontera; pero no son irregulares par ponerlos a trabajar donde sea…

 Para poder controlar los maleantes extranjeros tenemos que identificar a los hombres y mujeres serios, y serias, de trabajo y organizarles. Esos hombres y mujeres que vienen a trabajar y son serios y organizados, que tienen trabajo seguro en las agroindustrias y la construcción o en el comercio se les puede dar una identificación para que se puedan movilizar en el interior del país y puedan cruzar la frontera sin extorsión. Y puedan vivir tranquilos como merecen las personas serias y de trabajo. Y el Plan Nacional de Regularización? Muy bien gracias…

Lo mismo se puede hacer para   la realización del comercio de subsistencia los días lunes y viernes: una infraestructura binacional geográfica, que evite el que los pequeños y medianos comerciantes haitianos tengan que cruzar por el río los días de mercado. La aduana mojá es fuente de violaciones a los DD.HH., y de extorsión. La Binacionalidad Geográfica hace que el comercio de subsistencia sea auténticamente binacional y beneficiaría económicamente a los dos municipios el de Dajabón y el de Wanament.

En fin, la realidad fronteriza es un desafío para los dos Pueblos, los dos Estados y la Comunidad Internacional.

A nivel de isla y local tenemos que fortalecer una Coordinación Interinstitucional con sentido binacional.

Tenemos que superar los prejuicios, las lamentaciones y acusaciones para hacer lo que está a nuestro alcance como persona y como país, actuando con una coordinación interinstitucional y con sentido binacional, que es lo que resuelve. 

Desde la frontera norte hacemos un llamado a todas las asociaciones comunitarias de base de nuestro país y de Haití, especialmente a las fronterizas, para que fortalezcan su estructura organizativa, democrática, participativa y así exigir a los respectivos gobiernos los servicios, la defensa, el control y la legalidad, que nos corresponden.