En la propaganda se usa mucho repetir en una mentira para hacer que esa mentira termine convertida en verdad. Es una muy mala práctica,  no es ética, ni siquiera moral. No es aconsejable. Es por ello que debemos hacer de la lectura crítica un quehacer diario. Y no es que dudemos de todo, pero si que estemos atento a lo que nos quieren hacer creer como verdad.

 En Panamá y en el marco de la Cumbre de las Américas, nuevamente el presidente Danilo Medina, ha reiterado la afirmación de que la República Dominicana está cargando con Haití y su pobreza.

 El jefe de Estado dominicano consideró que la comunidad internacional tiene que entender que República Dominicana es un pueblo pobre y no puede asumir dos pueblos pobres.Insistió en que la comunidad internacional no puede pedirle a República Dominicana lo que no pide a los demás.

Es un viejo discurso de la derecha dominicana que ha planteado siempre la supuesta carga que tiene el Estado Dominicano con Haití. Con Haití porque hace la referencia también a la supuesta carga  de los inmigrantes haitianos en la República Dominicana.

Olvidan las autoridades dominicanas que Haití es el segundo socio comercial de la República Dominicana. 

Olvidan, que durante muchos años, la principal industria con que contaba el país era la azucarera cuya mano de obra en un 100X 100 era haitiano y hoy día sigue siendo haitiana.

Que la industria de la construcción la mano de obra predominante es y seguirá siendo haitiana.

Que una parte de las enormes fortunas e ingresos que se reciben por el turismo en casi todos los polos está la presencia haitiana con empleados de alta calidad que hacen de esos lugares atractivos, competitivos en una industria sin chimenea cada vez más exigente.

Los mercados binacionales donde participan mayoritariamente haitianos generan al Estado cerca de mil 500 millones de dolares anualmente.

Entonces no cierto que  exista una supuesta carga  de los haitianos. Aquí todos, por lo menos,  quienes observan críticamente la realidad informativa dominicana que la producción nacional recae en buena parte también de la mano de obra haitiana. Sino vayamos a los campos y las plantaciones grandes de banano que tenemos en la Línea Noroeste.

Sin dudas tenemos una gran dependencia de los haitianos. De los haitianos, que queremos echar del país, cuando termine en junio el Plan de Regulación.

Claro, el presidente Medina, no deja de tener razón en algunos de sus planteamientos sobre la responsabilidad de la comunidad internacional de que la propia República Dominicana forma parte.

Lo que no ha denunciado Medina y otros jefes de Estado que hemos tenido y que han pregonado la supuesta carga que tiene el país con los haitianos o con Haití como más claro lo expresó Medina al jefe de las Naciones Unidas, el Señor Ban. Que ha sido la comunidad internacional la que ha empobrecido Haití. Que si quieren que Haití salga de largo atraso que tiene esa comunidad internacional debe  pagar el precio de salir ya del territorio haitiano que es el mismo territorio dominicano, porque ambos Estados comparten la isla de Santo Domingo.

La migración haitiana a la República Dominicana ha pagado con creces y hace mucho tiempo la supuesta carga que ella representa para la República Dominicana.

No se puede seguir permitiendo que mentiras a medias o completas se conviertan en verdad.