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El agua no tiene la culpa: Ciudades contra su propio territorio
Glaciares moribundos, huracanes excepcionales, incendios forestales sin precedentes, sequías extenuantes y crecidas mortales dejaron una profunda huella en el tejido socioeconómico de América Latina y el Caribe en 2024, porque incluso mucho después de que desaparecieran de los titulares de los medios de comunicación, esos fenómenos siguieron causando estragos. Fue el año más cálido o el segundo año más cálido del que se tiene constancia. Cabe destacar los efectos en los glaciares, que fueron una víctima sumamente manifiesta del aumento de las temperaturas. Con la desaparición del Humboldt, su último glaciar, la República Bolivariana de Venezuela se convirtió en el segundo país del mundo en perder todos sus glaciares.
Se prevé que el tiempo siga siendo adverso en las próximas semanas, según las agencias de la ONU y las autoridades nacionales. Y lo peor de todo que las lluvias monzónicas continúan
El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. emitió este sábado una alerta de tormenta tropical para las Islas Turcas y Caicos, junto con la previsión de que el huracán de categoría 5 Erin aumente de tamaño.
El fenómeno, validado por la agencia de meteorología, se extendió desde el este de Texas hasta las cercanías de Kansas City, en Estados Unidos. El organismo advierte que, si bien son una fuente de asombro, los rayos también constituyen un gran peligro, por lo que son una de las prioridades de la iniciativa Alertas Tempranas para Todos.
El calor extremo, con temperaturas peligrosamente altas durante el día y la noche, está afectando a muchos países alrededor del mundo, lo que subraya la importancia de las alertas tempranas y los planes de acción contra el calor y la salud.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha validado un nuevo récord mundial para el rayo más largo, que presentó una increíble extensión de 829 km (515 millas), y ocurrió en una zona de los Estados Unidos conocida por ser especialmente sensible a estos fenómenos.
El primer aniversario del Llamado a la Acción del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el Calor Extremo, el 25 de julio, coincide con intensas olas de calor que están afectando a muchos países alrededor del mundo, lo que subraya la importancia de las alertas tempranas y los planes de acción contra el calor y la salud.
La gran pérdida de vidas en las inundaciones repentinas en el centro de Texas Hill Country, cuando meses de lluvia cayeron en el espacio de unas pocas horas, resalta los peligros de este importante riesgo y los desafíos para garantizar que las alertas tempranas lleguen a quienes las necesitan.
Las tormentas de arena y polvo afectan cada vez más a nuestra salud y a nuestras economías, según se apunta en un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), donde además se destaca la necesidad de seguir mejorando el monitoreo, el pronóstico y las alertas tempranas de estos fenómenos.
La tragedia de Texas refleja la insuficiencia de sistemas de alerta temprana
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es mucho más que simples pronósticos meteorológicos. Es un recurso vital a nivel mundial, que desempeña un papel fundamental en la protección de vidas y medios de subsistencia, y en el fortalecimiento de la resiliencia en todo el mundo.
El Consejo Ejecutivo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha acordado un plan de acción sobre inteligencia artificial (IA) como parte de un conjunto de resoluciones concebidas para aprovechar oportunidades y abordar retos en un mundo en rápida evolución.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el ritmo actual de aumento de las temperaturas en Asia es casi dos veces superior a la media mundial, lo que está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos y se está cobrando un alto precio en las economías, los ecosistemas y las sociedades de la región.














