El Consejo de Seguridad acaba de autorizar el establecimiento de una nueva fuerza internacional en Haití.
No se trata de una misión de paz al uso, sino de una fuerza de represión para combatir a las bandas. Una medida considerada como necesaria pero insuficiente, ya que no atiende cuestiones como la ayuda humanitaria, el desarrollo y la reforma de la gobernanza del país. Aún no está claro qué países la integrarán, ni quienes facilitarán su financiamiento.
A medida que las bandas de Haití continúan ampliando las zonas bajo su control y no dan señales de detener el terror que infunden a la población, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha autorizado el despliegue de una nueva fuerza internacional.
En este explicativo encontrará todo lo que hay que saber de la nueva Fuerza de Represión de las Bandas (GSF, por sus siglas en inglés).
¿Qué es la Fuerza de Represión de las Bandas?
La Fuerza de Represión de las Pandillas (GSF) en Haití es una fuerza internacional recientemente autorizada por el Consejo de Seguridad, aunque no es una misión de paz de la ONU.
Con un mandato de 12 meses, esta fuerza de 5550 efectivos colaborará con las autoridades haitianas para neutralizar a las pandillas, proteger las infraestructuras y facilitar el acceso humanitario.
Su principal objetivo es proteger a las poblaciones vulnerables de la escalada de violencia y evitar los desplazamientos que esta provoca inevitablemente.
La resolución del Consejo de Seguridad fue copatrocinada por Panamá y Estados Unidos y refleja el apoyo internacional urgente a la crisis multidimensional que se ha venido desarrollando en Haití durante los últimos años.
¿Cuáles son los objetivos de la nueva fuerza?
Sus objetivos principales incluyen llevar a cabo operaciones basadas en inteligencia para desmantelar las bandas armadas, proteger las infraestructuras críticas y garantizar el acceso humanitario, todo ello mientras se protege a la población.
La Fuerza colaborará estrechamente con las autoridades haitianas, en particular con la Policía Nacional, con el fin de que Haití pueda asumir la responsabilidad de su propia seguridad.
La misión también tiene por objeto fortalecer las instituciones nacionales y facilitar las condiciones para la paz y el desarrollo a largo plazo. Se creará una Oficina de Apoyo de las Naciones Unidas para proporcionar apoyo logístico y operativo.
¿A qué sustituye la nueva fuerza?
La Fuerza de Represión de Bandas sustituye a la Misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad (MSS) en Haití, lo que supone un cambio de estrategia.
La Misión de Apoyo, dirigida por Kenia, se centró en apoyar a la Policía Nacional de Haití con personal y recursos limitados. Se puso en marcha en octubre de 2023 y el primer contingente llegó en junio del año siguiente. Siguió sin contar con la financiación necesaria y nunca se desplegó la fuerza prevista de 2500 personas.
¿Por qué es necesaria?
Se necesita urgentemente una fuerza para reprimir las bandas en Haití debido a una situación de seguridad sin precedentes.
Según los informes, se estima que los grupos armados controlan hasta el 90 % de la capital de Haití, Puerto Príncipe. Están bloqueando las carreteras de acceso, atacando las infraestructuras y aterrorizando a la población civil con secuestros para obtener rescates, violaciones y asesinatos.
Solo en 2024 murieron más de 5600 personas.
Desde marzo de 2025, la violencia se ha extendido a zonas del país fuera de la capital que antes no se veían afectadas, concretamente los departamentos de Artibonite y Centro, donde se han desplazado 92 000 y 147 000 personas, respectivamente.
En total, más de 1,3 millones de personas se han visto desplazadas y se han colapsado servicios esenciales como la atención sanitaria y la distribución de alimentos.
La Policía Nacional de Haití carece de la capacidad para responder de manera eficaz.
¿Por qué Haití no puede hacer frente a este problema por sí solo?
El país no puede abordar la crisis de las bandas por sí solo debido al colapso de las instituciones estatales, la falta de recursos de las fuerzas policiales y la violencia abrumadora.
Las bandas están estableciendo un gobierno criminal, explotando a los niños y traficando con armas y drogas.
La ONU ha declarado en repetidas ocasiones que la impunidad, la corrupción y el colapso institucional están alimentando la inseguridad en Haití.
¿Puede la nueva Fuerza resolver los problemas de Haití?
Los funcionarios de la ONU han subrayado que la seguridad por sí sola no puede resolver la agitación de Haití.
El país se enfrenta a múltiples crisis:
- las necesidades humanitarias causadas por la inseguridad y los desastres naturales, como los terremotos, están aumentando
- la economía está en caída libre
- la pobreza y el subdesarrollo son generalizados
Además, no ha habido un gobierno electo desde que el presidente Jovenel Moïse fue asesinado en 2021.
Los Estados miembros de las Naciones Unidas han hecho hincapié en que la nueva Fuerza debe formar parte de una estrategia más amplia que incluya la reforma de la gobernanza, la ayuda humanitaria y el desarrollo a largo plazo.
En resumen, esta Fuerza es una medida necesaria pero insuficiente: el apoyo internacional debe ir más allá de la seguridad para ayudar verdaderamente a Haití a recuperarse.
¿Cuándo comenzará a operar en Haití?
Se espera que comience a operar tras la expiración del mandato de la Misión de Apoyo el 2 de octubre de 2025, aunque llevará tiempo crear la nueva fuerza con el objetivo de 5500 efectivos de seguridad más 50 civiles y establecer la oficina de la ONU para apoyarla.
Aún no está claro qué países proporcionarán personal. La resolución del Consejo de Seguridad establece que la fuerza se financiará principalmente mediante contribuciones voluntarias de los Estados miembros de la ONU.