El sector privado es indispensable para cerrar la brecha, según un nuevo informe de ONU Mujeres lanzado hoy
Nueva York – La igualdad de género sigue siendo la asignatura pendiente de nuestro tiempo , y el sector privado es indispensable para cerrar la brecha, según un nuevo informe de ONU Mujeres publicado hoy. El sector privado impulsa el empleo, los mercados, el capital, la innovación y las cadenas de suministro, moldeando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo. Las empresas pueden profundizar las desigualdades cuando no actúan o convertirse en agentes decisivos del cambio cuando integran la igualdad de género en los lugares de trabajo, los mercados y las comunidades.
El informe, “ Asuntos pendientes: Sector privado e igualdad de género: Transformando los compromisos corporativos en igualdad para todas las mujeres y niñas ” , ofrece un panorama completo del desempeño corporativo en materia de igualdad de género, basándose en datos de miles de empresas en 117 países para demostrar cómo la igualdad de género sigue siendo la asignatura pendiente del mundo y una de nuestras mayores oportunidades . Muestra cómo cerrar las brechas de género es un imperativo moral y legal, y beneficia a las empresas y las economías.
“Este es un momento decisivo”, declaró Kirsi Madi, Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres. “Treinta años después de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing , y con solo cinco años restantes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), estamos llamados a cumplir la promesa a la mitad del mundo. Las empresas no pueden permitirse el lujo de tratar la igualdad de género como algo opcional”.
Se están logrando avances. El informe destaca cómo las leyes y regulaciones impulsan avances en transparencia salarial, diversidad y entornos laborales seguros. El sector privado está ampliando sus compromisos, políticas y prácticas en materia de igualdad de género, donde las empresas con mujeres y hombres en sus equipos directivos tienen un 25 % más de probabilidades de superar sus expectativas de rentabilidad. A nivel macro, lograr la paridad de género podría aportar 342 billones de dólares a la economía mundial para 2050.
Sin embargo, a pesar de estas acciones positivas, el informe concluye que los avances en materia de igualdad de género siguen siendo demasiado modestos, desiguales, subestimados y susceptibles de retroceso o retroceso, y que persisten daños reales . Las mujeres representan solo el 39 % de la fuerza laboral mundial, siguen concentradas en puestos peor remunerados, enfrentan brechas salariales persistentes del 20 % y sufren mayores tasas de acoso sexual en el lugar de trabajo.
Y la inacción no es neutral: es costosa. La desigualdad de género en los ingresos a lo largo de la vida entre mujeres y hombres representa una pérdida de riqueza global de 160 billones de dólares. Cada retraso profundiza las pérdidas económicas, debilita la estabilidad social y socava el futuro que prometimos.
Es alentador que exista una creciente evidencia que demuestra los impactos transformadores que se logran cuando gobiernos, empresas y las Naciones Unidas colaboran para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Desde Tanzania hasta Canadá, y desde Bolivia hasta Jordania, el informe destaca prácticas emergentes que están abriendo nuevos caminos, desde vínculos de género y aceleradores de cuidados hasta cadenas de suministro inclusivas y lugares de trabajo más dignos.
Los hallazgos presentan un panorama claro: cuando la acción es obligatoria, medible y se dota de recursos, el cambio se produce. Cuando es voluntaria o fragmentada, el progreso se estanca.
“El cambio histórico está al alcance, pero ningún actor puede cerrar las brechas de género por sí solo”, concluyó Madi. “Debemos actuar todos juntos, ahora, para cerrar la brecha entre el compromiso y los resultados concretos”.
El camino a seguir requiere urgencia y ambición:
- Los gobiernos deben crear y hacer cumplir entornos propicios que garanticen la igualdad de género y los derechos de las mujeres y alinear los incentivos empresariales con los objetivos de igualdad.
- Las empresas deben integrar la igualdad en sus estrategias centrales, no hacer daño y pasar de compromisos voluntarios a resultados mensurables.
- Se necesitan mejores datos para impulsar la rendición de cuentas
- Todos los actores deben trabajar en conjunto para lograr el cambio que las mujeres y las niñas han esperado durante tanto tiempo para ver.
Con la intensificación de las reacciones negativas y la inminente fecha límite de los ODS, seguir como siempre ya no es una opción. Ya pasó la hora de las medias tintas.