La salud de los océanos es inseparable de la estabilidad climática, la seguridad alimentaria y la equidad mundial. Estos están absorbiendo el 90% del exceso de calor procedente de las emisiones de gases de efecto invernadero y están cediendo bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación.
Con el Mediterráneo como telón de fondo, el Secretario General de la ONU, António Guterres, inauguró el lunes la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, en la que lanzó una dura acusación contra la fracturada relación de la humanidad con el mar.
“El océano es el recurso compartido por excelencia”, dijo a los delegados reunidos en el puerto de Niza. “Pero le estamos fallando”.
Los océanos, advirtió, están absorbiendo el 90% del exceso de calor procedente de las emisiones de gases de efecto invernadero y están cediendo bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación. Los arrecifes de coral están muriendo. Las poblaciones de peces están colapsando. La subida del nivel del mar, dijo, pronto podría “sumergir deltas, destruir cultivos y engullir costas, amenazando la supervivencia de muchas islas”.

Si la Tierra se está calentando, el océano está hirviendo

Más de 50 jefes de Estado y de Gobierno participaron en la ceremonia inaugural, entre ellos el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, una demostración de fuerza política que subraya el peso de la cumbre.
En total, más de 120 países participan en la reunión de cinco días, conocida por la abreviatura UNOC3, lo que indica un creciente reconocimiento de que la salud de los océanos es inseparable de la estabilidad climática, la seguridad alimentaria y la equidad mundial.
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país coorganiza la cumbre junto con Costa Rica, hizo a continuación un enérgico llamamiento a la ciencia, el derecho y la resolución multilateral.
“Las profundades marinas no están en venta, como tampoco lo están Groenlandia, la Antártida o alta mar”, declaró. “Si la Tierra se está calentando, el océano está hirviendo”.
Insistió en que el destino de los mares no puede dejarse en manos de los mercados o de la opinión.
“La primera respuesta es, por tanto, el multilateralismo”, dijo Macron. “El clima, como la biodiversidad, no es una cuestión de opinión; es una cuestión de hechos científicamente establecidos”.
A continuación, subió al estrado el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, quien agradeció a Guterres la inclusión de los océanos en la agenda mundial y lanzó una dura advertencia.
“El océano nos habla: con arrecifes de coral blanqueados, con tormentas, con manglares heridos”, afirmó. “No queda tiempo para la retórica. Ahora es el momento de actuar”.