Mientras la desinformación política está aumentando en los Estados Unidos, una parte de los medios de comunicación está demostrando ser especialmente resiliente en detener la propagación de información falsa: las salas de redacción étnicas e indígenas, según un nuevo estudio del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).
"Gracias a sus profundos lazos comunitarios y credibilidad bien establecida, las salas de redacción étnicas e indígenas a menudo están en sintonía con los rumores dañinos y las falsedades que circulan dentro de sus comunidades mucho antes de que esas narrativas logren atraer la atención nacional", concluyó el estudio. El informe fue editado por Julie Posetti, Nabeelah Shabbir y Kaylee Williams del ICFJ.
Es el segundo informe publicado en un estudio de cinco países financiado por la Fundación Scripps Howard como parte del proyecto Disarming Disinformation del ICFJ y se basa en una investigación producida en colaboración con la Universidad Estatal de Arizona, la Universidad de Maryland y la Universidad City St. George's de Londres .
La investigación se llevó a cabo durante el período electoral presidencial estadounidense de 2024 y se centró en medios de comunicación asiático-americanos, afroamericanos, indígenas y latinos. Los investigadores realizaron 42 entrevistas a profundidad y analizaron más de 500 artículos y 300 publicaciones en redes sociales de 45 medios.
Para complementar estos enfoques cualitativos, emplearon inteligencia artificial mediante modelos de lenguaje extenso (LLM) para analizar las narrativas de casi 10 000 artículos, lo que permitió la identificación sistemática de temas recurrentes, narrativas y patrones de desinformación. Finalmente, encuestaron a adultos estadounidenses de todo el país para evaluar sus actitudes hacia la desinformación, la prensa y sus funciones democráticas.
Estos métodos se combinaron para comprender mejor los desafíos específicos que enfrentan los medios de comunicación étnicos en relación con la desinformación, así como las formas en que respondieron a las narrativas falsas y engañosas durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.
En un momento en que los medios independientes se encuentran bajo presión y la administración Trump trabaja para socavar el periodismo independiente, el estudio señala estrategias prácticas y comunitarias para combatir la desinformación dirigida a las comunidades vulnerables. Un entrevistado de un medio enfocado en la comunidad afroamericana declaró a los investigadores: «La gente nos conoce. Nos cree. Y eso es algo que muchas redacciones ya no pueden decir».
Las principales conclusiones del estudio incluyen:
- Según la investigación, el presidente estadounidense Donald Trump fue la principal fuente y distribuidora de desinformación en la prensa étnica e indígena durante las elecciones de 2024. Esto pone de relieve la función de las fuerzas políticas nacionales, y no de los actores estatales extranjeros, como principal fuente de desinformación en el discurso político estadounidense.
- Los grupos de WhatsApp, los canales de WeChat y otros espacios digitales cerrados a menudo actúan como "capullos de información" para comunidades monolingües, permitiendo que rumores y otras formas de desinformación se propaguen sin control. Los medios étnicos responden a este desafío monitoreando estos espacios, interactuando directamente con los usuarios en su idioma y publicando reportajes oportunos y contextualizados que abordan afirmaciones específicas.
- La participación comunitaria también funciona como escudo contra la desinformación. Muchos periodistas entrevistados para el estudio destacaron enfoques innovadores en la narración y la investigación periodística como formas de abordar tempranamente las preocupaciones de la comunidad, verificar los rumores cuando se propagan y convertir los hechos verificados en orientación práctica, mediante asambleas públicas, explicaciones bilingües e información en las plataformas más utilizadas por el público.
- Los medios étnicos no están de acuerdo en si las concepciones tradicionales de la objetividad periodística son útiles en la lucha contra la desinformación; algunos enfatizan la neutralidad partidista como esencial para ganar confianza y desactivar rumores, y otros argumentan que el rígido “ambos lados” a menudo oscurece la verdad y, sin darse cuenta, blanquea narrativas dañinas.
- Las estafas financieras son una amenaza persistente que afecta a toda la comunidad, y muchos sujetos de investigación informan que las estafas a menudo viajan a través de los mismos canales que las falsedades políticas.
- La confianza en la prensa tradicional continúa disminuyendo en un clima de crecientes ataques a la prensa. Sin embargo, nuestra encuesta reveló que los participantes que se identifican como personas de color (POC) eran menos propensos a desconfiar activamente de la prensa: el 32 % de los participantes POC expresó desconfianza en las noticias, en comparación con el 44 % de los participantes que se identifican como blancos.
- La exclusión u omisión deliberada de las voces de las comunidades indígenas en el discurso público, incluso a través de la cobertura de los medios de comunicación tradicionales, alimenta la desinformación y alimenta las narrativas racistas. Periodistas indígenas describieron una tendencia de la prensa tradicional a cubrir únicamente temas o personas indígenas en momentos de tragedia o desamparo, borrando así las experiencias cotidianas y la autonomía de sus comunidades de la conciencia pública y el discurso político.
- Si bien muchos medios están bien posicionados para contrarrestar las falsedades de sus respectivos públicos, el estudio también identificó áreas de mejora. Por ejemplo, los investigadores encontraron algunos casos de repetición acrítica de narrativas de desinformación entre algunos miembros de la prensa latina; y las entrevistas con algunas publicaciones chinas plantearon inquietudes sobre la independencia editorial frente a la influencia extranjera.
Puede leer el conjunto completo de hallazgos y recomendaciones en el informe "Desarmar la Desinformación: Estados Unidos", disponible aquí . Obtenga más información sobre nuestra investigación "Desarmar la Desinformación" aquí .
AVISO LEGAL: Esta investigación recibió financiación principal de la Fundación Scripps Howard como parte del proyecto "Desarmar la Desinformación" del ICFJ, con apoyo adicional de la Fundación Gates.