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Entre tú y yo… | P. Regino Martínez Bretón, sj

Son muchos los Maestros y Maestras del espíritu, que tenemos en la historia de la humanidad. Sólo les recuerdo a Buda, Confucio, Jesús y Mahoma,.  Entonces, ¿cuál es la diferencia entre Jesús y Mahoma, Buda o Confucio?

La diferencia está en que ninguno excepto Jesús declaró ser Dios en innumerables ocasiones y pudo demostrarlo.

Por ejemplo en Marcos 2,1-12 vemos a Jesús sanando a un paralítico. En esa ocasión se habían juntado muchos a oírlo predicar en una casa y unos hombres trajeron a un hombre que era paralítico. Como la casa estaba llena y no se podía pasar, quitaron varias tejas del terrado y descolgaron al hombre dentro de la casa para que Jesús lo viera y lo sanara. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: “Hijo, tus pecados te son perdonados”.

Esto causó un gran revuelo entre los asistentes, en especial entre los escribas que eran estudiantes de las Escrituras. ¿Quien podía perdonar pecados excepto Dios?

Conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: “¿Por qué cavilan así en sus corazones? ¿Qué es más fácil decir al paralítico, tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda. Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Entonces se levantó enseguida y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa”.

Esta escena, al igual que muchas otras que vivió el Señor Jesús estando en la tierra, demuestra que Jesús es Dios. Solo Dios puede perdonar los pecados, y Jesús podía. Esto lo demostró sanando al hombre paralítico. Tal como él mismo dijo: ¿Qué es más fácil perdonar pecados, o decirle al hombre: Levántate anda y vete a tu casa? Perdonar los pecados es algo inmaterial que no se puede ver. Jesús decía que podía pero no lo podía demostrar de forma palpable. Sin embargo, para dejar sentado que él era Dios y con poder para perdonar los pecados, lo demostró de forma que no dejó dudas: Sanando al enfermo.

Como este tipo de milagros no los puede hacer un mortal, Jesús demostró ser Dios con el poder de sanar algo incurable para los hombres. De esta forma también demostró que podía hacer todo lo que decía, en este caso perdonar los pecados cometidos contra Dios.

Esto no lo ha podido hacer nunca ningún otro Maestro. (Cfr. Los Grandes Maestros de La Humanidad: Buda, Confucio, Jesús y Mahoma.)

Pero más doloroso es saber que a Jesús no les conocemos ni nos preocupamos poe leer el Evangelio donde podemos conocer algo de su vida. Les sugiero leer el Evangelio de Ssn Juan entero y respondiendo etas tres preguntas: Cómo se relaciona Jesús con el Padre? Cómo se relaciona Jesús con la gente? Qué dice Jesús de sí mismo? Si leemos el Evangelio de San Juan y vamos respondiendo estas tres preguntas conoceremos a Jesús un poco más de lo que actualmente le conocemos. √

Y ya para terminar este ciclo de conversaciones, de reflexiones, que hemos venido realizando, quiero terminar citando al Papa Francisco, que en la reunión que tuvo con los Dirigentes Populares, les recomendó 4 cosas, pero yo sólo citaré la 3ª:  ¡Revitalizar la democracia! “La relación entre pueblo y democracia. Una relación que debería ser natural y fluida pero que corre el peligro de desdibujarse hasta ser irreconocible. La brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos económicos y mediáticos que parecieran dominarlas. Los movimientos populares no son partidos políticos y, en gran medida, en eso radica su riqueza, porque expresan una forma distinta, dinámica y vital de participación social en la vida pública. Pero no tengan miedo de meterse en las grandes discusiones, en Política con mayúscula, y cito a Pablo VI: ‘La política ofrece un camino serio y difícil –aunque no el único– para cumplir el deber grave que cristianos y cristianas tienen de servir a los demás’ (2). O esa frase que repito tantas veces: ‘La política es una de las formas más altas de la caridad, del amor’”.

Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de otros sectores de la sociedad, están llamados a revitalizar, a refundar, recuperar, las democracias que pasan por una verdadera crisis. No caigan en la tentación del corsé que los reduce a actores secundarios, o peor, a meros administradores de la miseria existente. En estos tiempos de parálisis, desorientación y propuestas destructivas, la participación protagónica de los pueblos que buscan el bien común puede vencer, con la ayuda de Dios, a los falsos profetas que explotan el miedo y la desesperanza, que venden fórmulas mágicas de odio y crueldad o de un bienestar egoísta y una seguridad ilusoria.

Sabemos que mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y, en definitiva, ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”.

GRACIAS AMIGAS Y AMIGOS.

NOS HEMOS ACERCADO UN POCO MÁS.

MANTENGAMOS LA CERCANÍA ORGANIZADA.

NI EL PARTIDO DEL GOBIERNO, NI LOS PARTIDOS DE OPOCICIÓN  

GANAN SIN ALIARSE. ALIÉMONOS; PERO SEPAMOS A QUIÉN.√√