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Salud y humanidad | Dra. Yocelyn Guerrero

En los últimos días hemos escuchado hablar del nuevo virus que amenaza con propagarse en nuestra región.  Se trata del virus Mayaro, el cual consiste en una enfermedad febril transmitida por el mismo vector de los mas que conocidos Dengue, Zika y Chikungunya. 

El mosquito Aedes aegypti vuelve a ser el protagonista. Esto ocurre luego de que una investigación de la Universidad de La Florida (EE.UU.) detectara recientemente un caso de la enfermedad en Haití, según ha informado el Ministerio de Salud Pública.

Este virus ya ha circulado en América pero con una incidencia muy baja, la enfermedad que causa se parece al Chikungunya por el compromiso articular.  Por otro lado este podría dejarse acompañar de otro virus similar, el Virus Usutu, el cual  se ha presentado solo en Europa y tiene manifestaciones neurológicas serías. Sin ánimos de alarmar a la población, solo recordar que el vector transmisor, o sea, el mosquito es endémico en nuestra región.

En las Américas han existido  pequeños brotes de fiebre de Mayaro  en la última década, en los residentes de las comunidades rurales de la región amazónica de Brasil, Bolivia y Perú. En los brotes estudiados el vector involucrado ha sido el mosquito del genero Haemagogus que son generalmente de hábito silvestre y entre los huéspedes vertebrados se tiene a los titís y otros primates no humanos. La mayoría de los casos humanos se dan esporádicamente e incluyen a las personas que trabajan o residen en los bosques tropicales húmedos.

La Fiebre Mayaro La fiebre Mayaro (MAY)(CIE-10 A92.8) es una zoonosis, o sea, enfermedad de animales, producida por un arborvirus, género Alphavirus, familia Togavirus, endémico en bosques húmedos tropicales de la región tropical de Sur América transmitido por mosquitos Haemagogus.  La misma es similar al dengue, con un inicio rápido de fiebre, dolores generalizados, cefalea, dolor retroocular, dolores musculares, mareos, dolores de cabeza frontales, inyección conjuntival o conjuntivitis con fotofobia, artralgias generalizadas y edema articular muchas veces incapacitante.

 El curso de la enfermedad es autolimitado, es benigna y puede tener una duración de tres a cinco días, no es letal, aun así, síntomas como las artralgias o dolores en articulaciones pueden durar semanas o meses y son bastante molestos.

 El virus Mayaro ha sido aislado en humanos, vertebrados silvestres y mosquitos en Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana, Guyana Francesa, Perú y Surinam. Aunque la fiebre por este virus es una enfermedad enzootica de los países de América del Sur. En el año 2010 se registró un brote importante en Venezuela, en una comunidad rural del estado Portuguesa, registrándose hasta el 4 de junio del 2010, un total de 77 casos acumulados. No se registraron casos de muerte.

El tratamiento es sintomático, y como los demás virus de esta categoría se recomienda paracetamol para las fiebres y artralgias, hidratación, reposos, entre otras medidas generales. 

El diagnostico de laboratorio se realiza por hemaglutinación en pacientes febriles en principio de la enfermedad, a través pruebas de hemaglutinación por medio de la comprobación de la elevación de los anticuerpos en muestras de sangre obtenidas en la etapa aguda de la enfermedad, también la reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa, entre otras.

La prevención es la misma que para los demás virus, ya que son transmitidas por el mosquito, tanto Aedes como Culex, entre otros.  Evitar y eliminar criaderos en los alrededores de los hogares, uso de mallas en persianas, mosquiteros, tapar o botar los recipientes con agua limpia y lavarlos con frecuencia. Para evitar las picaduras algunas acciones efectivas son usar repelente, ropa clara que cubra la mayor parte del cuerpo.

 La fumigación masiva es una solicitud permanente de la población, pero esta solo es recomendada en situaciones de emergencia para disminuir la presencia del mosquito adulto. Aunque si se usa en etapas tempranas puede reducir la trasmisión, el mecanismo es transitorio, porque su efecto solo dura unos días y no mata las larvas.

Debemos tener presente unos factores importantes que aumentan el riesgo de producción de mosquitos, como son la alteración de los ecosistemas y la deforestación, los  desplazamientos de poblaciones y la intromisión de los seres humanos y los animales domésticos en los hábitats de artrópodos.

Ante la evidencia o sospecha de casos o brotes recomendamos la intensificación de la vigilancia para la detección de casos y para direccionar las acciones de prevención y control, la investigación de brotes existentes para definir adecuadamente las medidas de prevención y control, el fortalecimiento de los laboratorios para la confirmación del diagnóstico.

 

La actualización del personal de salud para la detección y manejo de casos es importante, además del fortalecimiento de la vigilancia entomológica para determinar los vectores implicados en la transmisión y tener presente la divulgación de información a la población.