Contáctenos Quiénes somos
Narrativas de hospitalidad y desarraigo… | Por Wooldy Edson Louidor, profesor e investigador del Instituto Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana

Espacio de Comunicación Insular-ESPACINSULAR cumplió quince años el pasado 16 de agosto de 2020.

En este periodo de tiempo relativamente grande, ESPACINSULAR en cuanto proyecto comunicacional ha dejado claro que ha sido pionero en nuestra isla en múltiples aspectos: desde su enfoque binacional dominico-haitiano hasta su formato virtual, pasando por su filosofía arraigada en la promoción y defensa de los derechos a la información y a la comunicación por medio de la investigación y la formación. Lo seguimos repitiendo: ESPACINSULAR es una propuesta completa que articula todas las posibilidades y dimensiones de la comunicación.    

Evidentemente, este quinceavo aniversario se conmemoró en un contexto particular, por culpa de la pandemia del Covid-19, pero nos permitió también, a cada una y uno de los actores involucrados en esta iniciativa comunicacional binacional, reflexionar acerca de la necesidad de seguir inscribiendo nuestra voz y nuestro compromiso como profesionales, ciudadanos y seres humanos en la promoción y defensa del sagrado derecho a la información y a la comunicación. Estamos cada vez más convencidos de ello.

¿Hoy día qué sería de nuestras dos poblaciones, haitiana y dominicana, si no tuviéramos acceso a una información relativamente de calidad sobre esta mortal pandemia? La información no es solamente el objeto de una profesión o de una actividad tecnológica, es -al igual que la salud, la educación, el agua potable, el aire, la paz, la comida- la posibilidad de ejercer el derecho a la vida y los demás derechos fundamentales: posibilita el acceso a los derechos.

Hoy día, esta información no sólo se puede conseguir en los medios tradicionales, como la radio, la televisión, el periódico, sino también en Internet, que es accesible desde los dispositivos personales y los medios sociales. Tenemos la información al lado, a nuestra disposición, a un click, a un botón, frente a la pequeña y gran pantalla.

De allí también la necesidad de lo que viene diciendo ESPACINSULAR, a saber: se debe contribuir a la formación de las y los ciudadanos para que cada una y uno sepa leer, analizar e interpretar esta información e incluso que sepa producirla, respetando las reglas técnicas y deontológicas. No puede haber información de calidad y un ejercicio genuino del derecho a la información y comunicación, sin una buena formación ciudadana y ética para los dos lados de la cadena: la recepción no debe ser pasiva, así como la producción no puede ser maniatada.

Con las grandes limitaciones que tenemos hoy con esta pandemia para movernos sea para hacer reportajes, entrevistas y otras coberturas mediáticas, sea para hablar con fuentes, cada información que recibimos de los rincones más alejados de nuestra isla, por parte de nuestras ciudadanas y ciudadanos, contribuye a conectarnos con la difícil geografía de nuestros dos países. La información es un bien cada vez más precioso.

Nos damos cada vez más cuenta de que la información no es ni un privilegio ni un negocio privado de los clubes de periodistas y de los medios profesionales, sino que es un dominio público, un bien común, un patrimonio de la humanidad.  No cualquiera puede ser periodista o comunicador, pero necesitamos de cualquiera para informarnos -en particular, en estos tiempos de pandemia-, evidentemente, tomando siempre con pinzas la información recibida. Al final de cuenta, la diferencia, la hará más la calidad de la información recibida (debidamente verificada) que el estatuto, la fama, el título académico y la trayectoria profesional de quién la da.

ESPACINSULAR ha sido un referente para esta doble tarea crítica de investigar sobre cómo se fabrica la información -en todas sus fases- en nuestros dos países de la isla (en particular, sobre temas tan sensibles como la migración haitiana, la gestión de la frontera común y las relaciones binacionales) y de formar a periodistas y ciudadanas y ciudadanos comunes y corrientes para que éstos sean capaces de contribuir a enriquecer y mejorar toda la cadena de producción de la información, desde el reportero hasta el editor, y también de la recepción.

Ya son más de quince años de trabajo binacional, experiencia en gestión de proyectos, construcción de redes entre periodistas,  formación a personas y organizaciones, producción de información de calidad. Y, sobre todo, son más de quince años de estar manteniendo viva la pequeña llama de la esperanza en la construcción de relaciones más justas, fraternas, hospitalarias y democráticas entre nuestros dos pueblos, Estados, gobiernos, líderes sociales. Es una utopía que ha servido para guiarnos en los claroscuros y las noches de las relaciones entre ambos países.

Con base en todo ello, ESPACINSULAR es definitivamente una apuesta que logra dar a la comunicación su sentido primigenio de “común acción”, es decir, establecer puentes donde se han levantado las fronteras del odio, del prejuicio, de la discriminación, del nacionalismo, de la soberbia y de tantos males que vienen afectando las relaciones entre ambos países que, sin embargo, comparten una misma isla y también una historia común con sus complejidades. Es una voz que no ha clamado en el desierto, sino que ha encontrado eco en luchas y en corazones.