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Columnista Invitado/a | Por Yadira Munguía, columnista mexicana invitada. Magíster en Literatura Mexicana

Los Enigmas de Sor Juana, son una fuente inagotable de riqueza de significado y profundidad, dentro de cuatro versos se contiene un mundo, o mejor dicho, un inframundo, un hoyo negro en que la clara profundidad de la polisemia nos confunde las ideas, pero que al mismo tiempo nos da hilos como Ariadna para salir del laberinto.

Los enigmas en su totalidad vendrían a ser pues, un universo oscuro e inconmensurable, donde lo único seguro es lo relativo.

            La humanidad tiende por naturaleza a tratar de explicar lo inexplicable a base de enigmas, de lo arcano, de buscar una respuesta aún más complicada de lo que no es capaz de entender de manera directa, se hace preguntas incontestables para después complicarlas más. Así pues, los enigmas pertenecen al campo del misterio, de lo adivinatorio.

El enigma como texto tiene dos naturalezas: lo arcano y lo lúdico. El primero en el sentido de un misterio natural y/o fatídico, y el segundo en el sentido de adivinanza como juego social. En estos dos aspectos es sumamente longevo, su existencia se pierde en el tiempo como algo inasequible, lo que demuestra su importancia para la humanidad. Ejemplo de los enigmas antiguos puede ser la un pasaje de Sansón en el Antiguo Testamento, donde propone un enigma imposible de contestar.

Dentro de la faceta arcana y seria del enigma, tenemos como ejemplo las culturas hebrea, árabes y griega. Los primeros con la cábala, los segundos con frases que servían de conjuros y los terceros con toda una tradición al respecto, tanto dentro de su mitología como de sus obras; baste mencionar como ejemplo el mito de Edipo y la Esfinge. Para los griegos el enigma es sagrado y fatal, prueba de ello son los oráculos.

Es hasta Aristóteles, cuando tenemos una definición concreta de lo que es el enigma según nuestra concepción, es decir, desde el aspecto lúdico y social, esfera en la que se desarrollaría en adelante, aunque en la edad media conserva ese tinte de oscuridad y misterio, pero es en el siglo XV cuando los enigmas toman definitivamente su forma lúdica con una importancia de convivencia en comunidad importante; como ejemplos podemos mencionar a Miguel Cervantes Saavedra, Lope de Vega y Baltasar Gracián, quien a su vez hace una definición de ellos. Para terminar, Sor Juana cuenta con varios casos de enigmas dentro de su obra, aunque nunca con el estilo y la perfección de los ofrecidos a la Casa del Placer. 

Los Enigmas de Sor Juana pertenecen a una larga tradición enigmática y cumplen con las reglas que ellos establecen, pero es original en su exposición, motivación y objeto. El ir de una monja a otra, el contener conceptos profundos, el ser preguntas demasiado intrincadas y el tener una guía para su contestación. Sin duda, los Enigmas tienen más importancia y profundidad de lo que aparentan, constituyendo un pequeño universo donde podemos encontrar, no sólo la faceta lúdica de Sor Juana, sino una serie de ideas recurrentes en la obra de sor Juana y en los propios Enigmas.

Al hablar de un enigma, estamos hablando de un texto poético y como tal debemos tratarlo. La poesía, al igual que el enigma propiamente, ha sido vista a través de los tiempos como una interconexión entre lo divino y lo humano. Esta conexión poética se da a través de palabras cifradas. Constituyen un lenguaje propio. El enigma, clasificado dentro de los textos poéticos por su forma, también pertenece al mundo de lo arcano, son algo hasta cierto punto inteligible, un segundo lenguaje no literal que se refiere o esconde algo definido, pero que a la vez forma parte de la literatura lúdica al fungir como pasatiempo social.

Por su parte, los enigmas de Sor Juana constituyen un entramado complicado tanto en estructura como en expresión, que dadas sus características enigmáticas nos lleva a enfrentarnos a significaciones oscuras en demasía y que requiere una respuesta que debe atenerse al ingenio del que ose responder la intrincada pregunta. Se ha creído necesario hacer un análisis semiótico para ayudarnos a entender los enigmas y acercarnos más al desciframiento de este universo, además de que nos permite de manera más clara, acceder al desentrañamiento del misterio que constituyen.

Tomando como punto de partida un análisis en base de la Semiótica poética  propuesta por Greimas; se creyó necesario, -para un estudio que pretenda ser exhaustivo semióticamente- que el poema, en este caso el enigma, sea visto por una parte como un signo complejo y estudiar sus dos planos: de la expresión y el contenido, así como la correlación entre ambos, esto después de hacer una segmentación del texto, para tener un mejor conocimiento de éste. Así mismo, es necesario, como nos aconseja Jean Paul Dumont, hacer un análisis estructural que nos de cuenta del efecto de sentido, así como ver la coherencia del texto en todos sus niveles: “fonético, gramatical, semántico y prosódico”. Es necesario también, como propone FrançoisRastier, estudiar las estructuras discursivas, así como hacer una identificación de las isotopías del texto, con el fin de identificar las diversas lecturas que se pueden hacer del mismo.

El enigma en general está constituido de una “cosa” que se dice escondiendo otra, a base de lenguaje complicado y proposiciones contradictorias. En su mayoría mantienen una estructura más o menos fija. Los enigmas están formados principalmente por metáforas, contradicciones, retruécanos e ideas opuestas, que al fin y al cabo son la descripción de un significante, del cual todo lo anterior es característica, de modo que a base de contrarios se obtenga la respuesta. Los enigmas de Sor Juana siguen esta forma canónica de los enigmas y el metro establecido de las redondillas, modelo en que desarrolla su trabajo; es decir, mantiene estructuras fijas, hace uso de un lenguaje y conceptos complicados, de proposiciones contradictorias que cobrarán sentido al obtener la respuesta. Los enigmas de Sor Juana son un sistema cerrado, en tanto que tienen una unidad de significado en sí mismo. Además mantienen una simetría que nos lleva a una lógica y estructura interna, una simetría paradigmática a nivel gramatical. La estructura de los enigmas no queda sólo en cada uno de ellos, sino que hay una interconexión entre los veinte, a nivel del significado de las palabras utilizadas en ellos. Vemos pues una semejanza entre enigmas, que va del plano sintáctico al semántico.

El cariz de las metáforas principales de los enigmas, es decir, el sustantivo donde radica el misterio, pueden darse en dos polos: positivo y negativo. Hay una tendencia a los contrarios, lo cual se desarrolla en todos los aspectos del enigma.

Los enigmas pues, pueden ser leídos desde dos grandes perspectivas: de acuerdo a su género y tema de sus metáforas y acorde a sus términos en general.

Las isotopías generales, obtenidas de la lista total de palabras utilizadas para la confección de los enigmas son: sentidos, maldad, pasiones humanas, sufrimiento, agravio, religión, bienaventuranza, acción, belleza, atrevimiento, miedo, pensamiento y tradición. Guiándonos por esta clasificación, podríamos decir que la isotopía general sería una visión judeo-cristiana.

Sor Juana maneja una serie de temas recurrentes a través de los enigmas, lo cual nos puede revelar una intención general en ellos; no que funcionen sólo de forma particular con un tema diferente abordado por cada uno, pero tampoco nos encontramos con un tema imperante que pueda encerrar la totalidad de los enigmas y cuya respuesta sea una acepción del mismo tema.

A través de la categorización de los términos utilizados en los enigmas, podemos intuir un doble mensaje cifrado: la respuesta al enigma, y un sentido a través de sus palabras recurrentes. Dándonos esto último por resultado, un cariz de sufrimiento y miedo; un atrevimiento que se opone a una maldad que viene de un agente externo.

Aunque los Enigmas de Sor Juana mantienen una estructura acorde a la tradición. Vemos que su aporte cifra principalmente en la interconexión de los enigmas en su totalidad, manejando dos misterios: uno podría ser explicado dando una respuesta a los mismos, y otro implícito, a través de sus términos. Además de que al parecer las respuestas de cada uno de ellos tenga a su vez una conexión temática con los restantes, y cuyo tema tenga que ver directamente con una cultura afín a la vida religiosa del siglo XVII, es decir, una cultura acorde al adoctrinamiento de una monja literata de este periodo histórico.  Sin embargo, a pesar del conocimiento que sobre los Enigmas se obtiene a través del análisis exhaustivo, es difícil llegar a su significado real, o mejor dicho el propuesto inicialmente por la autora, el cual quedará velado por la tiniebla del tiempo y la circunstancia; es posible acercarnos al tesoro por medio del mapa del enigma, pero no saber con total certeza, si hemos hecho total posesión del mismo, siempre nuestro humildes intentos quedarán cortos ante Sor Juana, con mayor razón para afirmar una respuesta que jamás dejó esclarecida nuestra Décima Musa.

Después de análisis realizado en este trabajo, podemos ser capaces de acceder a una Sor Juana Inés de la Cruz un tanto diferente, verla, no sólo como la poeta filosófica de Primero Sueño, sino como una autora lúdica, que propone cuestiones inteligentes basadas en un razonamiento profundo, que impulsan un pensamiento también hondo e inextricable. Sor Juana es más Sor Juana en los Enigmas que en muchas de sus obras, pues el hecho de estar tan genialmente razonados, nos puede llevar a conocer más a fondo a nuestra poeta; los Enigmas son gotas concentradas del pensamiento más genuino de Sor Juana, néctar de razonamiento, donde cada partícula nos lleva a un conocimiento insondable. Podemos pues decir, que gracias al presente análisis semiótico conocemos más la personalidad y obra de una de las poetas más importantes de nuestra lengua, y que podemos observar con más detalle lo que constituye una obra sorjuanina. Como seguimiento evidente y necesario a este trabajo, consideramos nuestra labor, realizar un estudio hermenéutico en base al análisis semiótico ya realizado, cuyas líneas a seguir sean una hemenéutica analógica para los enigmas, y otra de recepción con Hans Robert Jauss para los poemas laudatorios incluidos en el tomo de los enigmas hecho por las portuguesas. De esta manera podemos estar más seguros de acercarnos de forma fidedigna a los Enigmas de Sor Juana, no sólo para tratar una respuesta a los mismos, sino para tratar de entender qué es lo que tratan literalmente, cuáles son sus líneas a seguir, y por supuesto, cuáles son sus implicaciones en la época y su importancia en nuestro tiempo.