Desde Solidaridad Fronteriza y Solidarité Fwontalyé impulsamos proyectos de desarrollo sostenible en la frontera, teniendo en cuenta a cada grupo humano organizado, que esté enmarcado en un área geográfica específica.
Si vivimos en la frontera con Haití no podemos vivir de espaldas, ni tampoco cara a cara. Vivir de espaldas es la distancia mayor, vivir cara a cara nos impide caminar. Tenemos que ir del brazo, uno al lado de otro para avanzar juntos respetando la “identidad” de cada cultura y así crecer. Relacionarnos de tú a tú, con dignidad y respeto, apoyando cada uno lo que esté a su alcance. La solidaridad no tiene sentido de propiedad privada, no se compra ni se vende, ni se exige ni se mendiga, sino que se da y se recibe.
Ayuda y fortalece las relaciones binacionales el reconocer lo que pertenece a cada pueblo. Respetar los derechos inalienables, tanto a nivel personal como social. Definir el marco jurídico fronterizo porque la ley, las reglas, son controles mutuos que nos ayudan a bien vivir y dejarnos de “dimes y diretes”.
Solidaridad Fronteriza consolida las relaciones que ya existen entre las organizaciones de las comunidades fronterizas de República Dominicana y Haití, especialmente entre las organizaciones campesinas. Respetando la identidad nacional. Nos apoyamos en aquellos valores que nos son comunes: LA TIERRA, LA FE, EL TRABAJO, EL COMEERCIO, EL RESPETO AL MEDIO AMBIENTE, LUGAR DE VIDA DEL EMPBRECIDO/A. EL BUEN VIVIR…
CONTEXTO:
La definición de frontera entre Rep. Dominicana y Haití se ha vivido de forma conflictiva. Del año 1606 al 1929, se registra un largo proceso de definición de la frontera con varios tratados fronterizos, incluyendo el famoso Tratado de Ryswick (1697) mediante el cual España cede a Francia un tercio de la isla.
Conflictividad continuada, en muchas ocasiones, por los gobiernos dominicanos y haitianos, expresada en prejuicios y rechazos en sus relaciones. Una misma isla; pero en su parte Este colonizada por los españoles y en la Oeste por los franceses. Dos culturas, dos estilos de colonización diferentes, un denominador común: la opresión. La frontera, línea divisoria, es fruto de los dos países colonizadores que reclamaban, cada uno, qué les pertenece de la Isla.
El gobierno de turno en RD., a principio de Octubre 1937, Rafael L. Trujillo, Presidente de la República Dominicana, viajó a Dajabón y pronunció un discurso señalando que la ocupación progresiva que los haitianos venían realizando pacíficamente, ocupando las tierras fronterizas no debía continuar, ordenando posteriormente que todos los haitianos que hubiera en el país fueran expulsados y el que no se fuera, eliminado. Donde más negros mataron y saquearon, los esbirros trujillistas, fue en las comunidades fronterizas. Esta matanza (más de 18,000 haitianos) generó un repudio internacional; pero Trujillo presentó la matanza como un simple incidente ocurrido en la frontera entre campesinos dominicanos y ladrones haitianos de ganado. La explicación es la siguiente: los dominicanos cansados por los robos decidieron atacar a los haitianos. La matanza fue realizada con armas blancas y garrotes, no con armas de fuego. Los defensores de Trujillo montaron una campaña de defensa hasta llegar a proponerle como el defensor de la nacionalidad dominicana.
A lo señalado, es importante añadir que República Dominicana se independiza de Haití, no de los colonizadores españoles. Desde las guerras de independencia venimos arrastrando odios, rencores y prejuicios en nuestras relaciones dominico/haitianas.
La zona fronteriza ha sido históricamente poblada y colonizada por el Estado Dominicano para detener la presencia haitiana. En 1952 nacen 17 colonias con nacionales dominicanos y extranjeros españoles y japoneses, también se concedieron grandes extensiones de tierra en Manzanillo a una compañía extranjera para la explotación de guineo (banana). Con la presencia de los extranjeros en la frontera Trujillo quería hacer una “muralla blanca”.
Hoy, los nacionalistas forofos, encabezados por los Vinchos, proponen una muralla para la cual andan rastreando un millón de firmas…
Ayer mataban negros dominicanos y haitianos; es por eso que surge la palabra mágica “perejil”, para distinguir al negro dominicano del negro haitiano. Hoy, no es por la palabra “perejil”, sino por el “apellido”, que la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, mata a los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana anulándoles acta de nacimiento, carnet de identidad personal y pasaporte, violando los Derechos Humanos y la Constitución Dominicana…
Agricultura, comercio y crianza de animales son las actividades productivas que ocupan a los haitianos y dominicanos de la zona fronteriza.
Las actividades comerciales, la mano de obra agrícola y el cruce de frontera por el río Masacre han sido permanentes entre las comunidades fronterizas, pero siempre han estado encubiertas por el manto de la ilegalidad, aún en la actualidad.
Para los asuntos oficiales existe un consulado dominicano en Wanament y un consulado haitiano en Dajabón. Nunca ha existido “voluntad de los gobiernos dominicanos y haitianos para que las comunidades fronterizas puedan realizar sus relaciones comerciales y sociales en el marco de la legalidad”. Esta ilegalidad es el gran beneficio para la oficialidad de ambos países. Existen tratados y Acuerdos “diplomáticos”, que no se cumplen en la realidad.
A partir de la sentencia 168-13 se ha iniciado un proceso de regularización de los nacionales extranjeros en RD., especialmente los nacionales haitianos. Ese Plan Nacional de ´Regularización de Extranjero no ha obtenido los resultados esperados dada la falta de voluntad del Gobierno haitiano, que no ofreció los documentos de identidad personal a sus nacionales y por parte de las Instituciones del Estado Dominicano: Junta Central Electoral, (J.C.E.); Ministerio de Interior y Policía, (MIP); Tribunal Constitucional (T.C.); Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) y la voluntad mediatizada del Señor Presidente Lic. Danilo Medina Sánchez, han hecho que el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros no cumpla los resultados esperados…, ha habido que ir haciendo añadiduras, que en vez de solucionar mantienen la misma problemática y la aumentan.
Un ejemplo de lo anteriormente dicho es la ley 169-14, que desnacionaliza a dominicanos y dominicanas que hayan nacido antes del 2010 y sean declarados o declaradas después del mismo 2010…
NOTA:
Si deseas conocer más profundamente a Solidaridad Fronteriza…, puedes consultar a:
“Sistematización de la Experiencia de Solidaridad Fronteriza Como Alternativa de Transformación Social”
Investigación de Alice Chipot Rivera, Estudiante en Ciencias Políticas, Francia. Año 2010-2011
file:///C:/Users/PC/Downloads/Informe%20Alice%20Chipot,%20Sistematizaci%C3%B3n.pdf
o
Medios e Incidencia
investigaciones
Foto: fuente Solidaridad Fronteriza/